Los servicios secretos y las policías de decenas de países tienen la capacidad para introducir en cualquier ordenador o dispositivo conectado a Internet material pedófilo o de contenido terrorista. Es una de las revelaciones del libro de Alejandro Suárez Sánchez –Ocaña, “El Quinto Elemento”.
El libro asegura que, como demostraron las filtraciones de los documentos de la empresa de ciberseguridad Hacking Team, el Centro Nacional de Inteligencia llegó a adquirir y a utilizar el software de esta empresa italiana que permitía introducir virus troyanos en ordenadores para controlarlos de forma remota. No se ha demostrado que los espías españoles utilizaran también esta tecnología que compraron para introducir materiales incriminatorios.
“El programa Galileo RCS permite hacer de todo, desde entrar en un ordenador y tomar el control del mismo para robar toda la información almacenada o monitorizar qué se está haciendo con él, hasta introducir archivos que podían ir desde vídeos de contenido pedófilo a contenido incriminatorio de cualquier tipo”, explica el autor de El Quinto Elemento, editado por Deusto.
Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña, autor también del libro “Desnudando a Google”, insiste que, si la ley no te habilita a infectar un ordenador, las pruebas obtenidas a raiz de hacerlo no serían legales. “El próximo 5 de diciembre entrará en vigor la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que es la que regulará el uso de virus en investigaciones”, señala Suárez Sánchez-Ocaña. Es precisamente por ese vacío legal que ningún juez, dice el autor, podría haber autorizado al Centro Nacional de Inteligencia el uso de troyanos para espiar.
