El Real Madrid se proclamó campeón de la Liga Endesa por trigésima cuarta vez en su historia tras derrotar al Baskonia en el cuarto partido de la final en el Buesa Arena y sumar el 3-1 definitivo. Los blancos demostraron de nuevo su ADN ganador y superaron a su rival y a una afición de récord, liderados por el MVP, Rudy Fernández, decisivo con 27 puntos, 17 de ellos en el segundo cuarto, y 33 de valoración. Campazzo (17 y 20) y Ayón (14 y 18), sobresalientes. La era Laso sigue agigantando su palmarés: 15 títulos en siete temporadas. Y el Real Madrid aumenta su leyenda con el séptimo doblete de Liga y Copa de Europa de su historia, la tercera Liga en cuatro años, en una temporada espectacular en la que las lesiones no han podido con el club más laureado del baloncesto continental.
Con el salto inicial, el Real Madrid estaba ya ante la temporada con más partidos de su historia. El número 83 comenzó con un guion muy diferente a los tres anteriores. Menos acierto y el listón físico muy alto, que los blancos no rehuyeron. Fue el Baskonia el que parecía tomar la iniciativa gracias a dos triples seguidos de Janning (21-14, min. 7), frente a un Madrid más cómodo cerca del aro, que anotó 16 de sus 18 puntos en la pintura (6 de Carroll), pero al que las cinco pérdidas le impidieron irse arriba en el primer cuarto (21-18).
Defensa y Rudy
El Real Madrid subió su intensidad atrás en el segundo cuarto y controló el rebote en su canasta. En ataque encontró la vía de anotación del triple con un imperial Rudy, que lideró la remontaba de su equipo con ¡¡17 puntos y 21 de valoración en este cuarto!!. Los mismos puntos que anotó el Baskonia en los segundos diez minutos. Un parcial de 15-2 ponía la máxima para los blancos de +6 en el 15’, una ventaja que sostuvo hasta el descanso con el Baskonia intentando neutralizarla en unos buenos minutos de Granger (38-42, min. 20).
TERCERA LIGA EN CUATRO AÑOS, CUARTA EN LOS ÚLTIMOS SEIS.
El partido se calentó en la reanudación pero los blancos no picaron y se mantuvieron fríos ante la agobiante presión del Buesa Arena y de un Baskonia constante con Huertas y Beaubois tirando de los suyos (51-52, min. 25).
Fortaleza mental
Con el encuentro en un intercambio de golpes, el Real Madrid dio un paso adelante. Otra vez su defensa, con el quinteto formado por Campazzo, Causeur, Rudy, Thompkins y Ayón, encadenó unos minutos finales del tercer cuarto de una enorme solidez. Grandes minutos del base argentino en la dirección y de Causeur y Ayon en la faceta ofensiva, mientras que Rudy anotaba su quinto triple. Todo esto se tradujo en un 13-2 para entrar en el último periodo con +8 (57-65).
El Madrid aguanta la última embestida
Rudy, con su sexto triple (27 puntos y 33 de valoración), y Ayón, llevaron a los blancos a un +11 con el 64-75 en minuto 35. Una diferencia que tal y como transcurría el partido le acercaba al título. Pero habría que sufrir. Beaubois encabezó un parcial de 7-0 en apenas dos minutos para meter al Baskonia en la lucha por la victoria (73-77, min. 37). La prueba definitiva para el futuro campeón. Con la inercia a favor de los locales, el Real Madrid demostró su gran secreto de este año: ser un EQUIPO en mayúsculas. Con el 78-81 y a 2:40 para el final, Doncic anotó el triple decisivo a una pierna cuando se consumían los 24 segundos de posesión. Fue el golpe definitivo para la moral del Baskonia. Campazzo certificó el título 34 con otros dos triples para el 85-96 final. La Liga vuelve a ser blanca. La tercer en cuatro en los últimos cuatro años, la cuarta en seis.