Los peores presagios para los restauradores de Boadilla aparecían el domingo pasado al finalizar la tanda de penaltis, Rusia se llevaba la gloria y la “Roja” preparaba las maletas para volver a España.
Todos habían preparado pedidos para responder el interés de una afición por salir a la calle y disfrutar en grupo de los partidos de la selección, algo que ya en este mundial no se va a volver a dar.
Las eliminaciones de la Selección Española en la fase de grupos del Mundial de Brasil 2014 y en octavos de final de la Eurocopa 2016 frente a Italia, repercutieron en la economía de forma negativa entre un 3 y un 10%, según la competición, pero este año se espera que la cifra alcance hasta el 22% de pérdida de ventas.
A los restauradores que han visto como este año las terrazas tardaban más tiempo del habitual en poder abrir, les ha caído otro jarro de agua fría, esta vez, el frente ha venido desde Rusia.
