No podía ser de otra manera, Boadilla del Monte es un municipio que se vuelca en ayudar y la comunidad de vecinos que había creado unos estatutos para prohibir que una se sus vecinas, una niña con síndrome de Down, pudiera bajar sola a la piscina y utilizar de forma independiente el ascensor, han sido anulados.
Los padres lo denunciaron y muchos medios se han hecho eco de la noticia y se ha conseguido evitar lo que para muchos es un sin sentido, que una niña que es autónoma, que puede bajar sola a la piscina cuando quiere porque es una buena nadadora, que se maneja de forma independiente en su vida actual, fuera discriminada.
Comenta la familia que la comunidad se intentaba escudar en una supuesta normativa que amparaba su actuación, consultado el consistorio, lo negó rotundamente.
Desconocemos si el error es de un presidente al aplicar la normativa, o del resto de vecinos por entender que se debía de realizar si así lo marcaba el ayuntamiento, pero el administrador de la comunidad, que en el municipio de Boadilla asesoran a la mayoría de las comunidades, debía de haber corregido la situación antes de producirse, y evitar un comportamiento de “racismo cromosómico”
