La urbanización de Viñas Viejas en Boadilla del Monte ha vuelto a ver como el radar de la calle Miguel Ángel Cantero Oliva, la travesía que une el sector B con dicha urbanización, volvía a instalar su radar de “ida y vuelta”
Ida y vuelta no solo porque pueda multar en ambos sentidos en la vía, ida y vuelta porque la maquinaria interna va “rotando” entre los diferentes postes instalados en el municipio, o eso es lo que se comenta entre los vecinos.
“Es curioso pasar con el coche y ver que detrás de los cristales no hay nada durante meses y un día ves como dos ojitos, eso significa que ya han vuelto a traer el radar a la calle” comenta uno de los vecinos que pasea con su perro por el parque lineal Juan Carlos I de Viñas Viejas.
El radar se instaló en gran medida por las peticiones de los vecinos a principio de 2018, una decisión, aprobada por unanimidad en el Pleno, que pretendía evitar accidentes mortales, dada la alta velocidad que alcanzan algunos conductores en la Avda. Infante Don Luis, en la Calle Miguel Ángel Cantero Oliva y en la Avenida de Montepríncipe.
En su momento, el alcalde del municipio Antonio González Terol argumentaba que la colocación de estos tres radares rotatorios venía provocado por “hay conductores que solo respetan las normas con la sanción económica. No se trata de recaudar, ya que llevamos seis años de superávits económicos, sino de proteger algo que tiene un valor infinito: la vida. Queremos seguir siendo un municipio sin accidentes mortales”.
Según una encuesta realizada en Boadilla del Monte por boadilla y más, el 59% de los vecinos del municipio están a favor de la instalación de radares.