El presidente de la Asociación de Directores de Institutos Públicos de Madrid (Adimad), Esteban Álvarez, ha reclamado a la Comunidad de Madrid, con carácter de urgencia, “que el contacto con la Dirección General de Salud Pública funcione”, para poder tener “una respuesta en tiempo y forma a los problemas que surgen en los centros, que son muchos.
Así lo ha manifestado este miércoles en una rueda de prensa, en la que ha destacado que no les vale que les contesten administrativos, “como en la mayoría de los casos ocurre en la Dirección General de Salud Pública”, sino personal sanitario.
Con este objetivo, ha planteado dos propuestas, o bien que se contraten enfermeros para todos los centros o que estos puedan tener “un contacto con los centros de salud de atención primaria, como ocurre en comunidades como Valencia”.
Según ha detallado, “a día de hoy la Dirección General de Salud Pública no contesta, las llamadas insistentes comunican constantemente”, y a los correos electrónicos con los que se le comunican los casos y se le facilita la relación de los alumnos que son contacto “tarda cinco o seis días en contestar, cuando lo hace”.
A este respecto, ha aclarado que en los institutos no hay Grupos Estables de Convivencia, de manera que se considera que no se producen contactos estrechos en las aulas, por lo que ha indicado que “apenas ninguna” se cierra.
Según Álvarez, mientras Salud Pública responde, “si responde”, lo que se produce es “la intranquilidad y la zozobra tanto de familias, como de alumnos, como de profesores”, y las incidencias van en aumento.
Así, ha asegurado que los coordinadores Covid, que son miembros del equipo directivo, se ven obligados a “estar todo el día no haciendo su función principal, la función originaria, sino a hacer prácticamente de rastreador”.
Por otro lado, tras señalar que cada día en cada centro faltan cuatro o cinco profesores por motivos relacionados con el Covid, aparte de los que están de baja por otro tipo de enfermedades, y asegurar que no se están produciendo sustituciones, ha exigido “sustituciones rápidas”, y “que no se pierdan más horas lectivas”.
A este respecto, ha reconocido que “es difícil encontrar profesorado”, pero ha señalado que si los centros están abiertos la Consejería de Educación y Juventud tiene que solucionar este problema.
Además, a su juicio, la Comunidad de Madrid no atrae profesorado porque no se le garantiza que los contratos se mantengan más allá del mes de enero y porque ofrece “medias plazas”, de forma que “la gente se piensa muy mucho si acudir o no a Madrid.
El presidente de Adimad ha lamentado que, a pesar del esfuerzo de los equipos directivos, se encuentran en una situación que les impide “no solo tranquilizar a las familias sino llevar un funcionamiento normal de los centros”.
Asimismo, ha apuntado que “el mayor problema” para el cumplimiento de las medidas son los recreos, al tiempo que ha recordado que los grupos de Secundaria, Bachillerato y FP “no solo no son estancos, sino que se forman con alumnos de varias clases”.
MEDIOS INFORMÁTICOS
En cuanto a la semipresencialidad, establecida a partir de 3 de la ESO, ha destacado que requiere de una serie de medios informáticos de los que no disponen los centros actualmente.
“Se nos habló de 70.000 dispositivos, no ha llegado ni uno; se nos habló de 6.000 cámaras, no ha llegado ni una”, ha expresado, al tiempo que ha negado que se hayan cumplido las instrucciones de la Consejería en cuanto a la mejora de las redes informáticas de los centros.
“A día de hoy, la enseñanza semipresencial está teniendo los mismos problemas que tuvo al final del trimestre pasado, pero con un añadido, hay que intentar dar clase a los alumnos que tenemos en el centro y a los que tenemos en casa”, ha advertido.
“Necesitamos medios informáticos y mejora de las redes de forma urgente”, ha recalcado, a lo que ha añadido la petición de que se firmen convenios con las diferentes plataformas educativas para poder elegir la que los docentes consideren más adecuadas, a pesar de que “Educamadrid ha mejorado”.
“Creemos que la Consejería de Educación, quien proceda, debería asumir en primer lugar la responsabilidad de cómo están las cosas, y en segundo lugar proceder con urgencia a solucionar los problemas”, ha manifestado.
En este sentido, ha defendido que los equipos directivos y los docentes han organizado los centros, que están funcionando a pesar de “problemas de todo tipo” que no se deben a su propia gestión.
Así, ha afeado al Gobierno que pretendiera empezar el curso en el escenario I, cuando le dijeron que no entendían que “el I con virus y el 4 sin virus fueran iguales”, así como que era necesario que se sentaran a trabajar en un escenario “que fuera real”, pero “no se hizo así.
Igualmente, ha criticado que en las reuniones que han mantenido con la Consejería se les informaba de las medidas “sin posibilidad antes de haberlas trabajado” conjuntamente, al contrario, ha indicado, de los sucedido en Valencia.
A juicio de Adimad, la Comunidad de Madrid cambió de opinión a pocos días de iniciar el curso y no aplicó el escenario I ni el II, sino “uno nuevo” de presencialidad completa de 1º y 2º de ESO con 23 alumnos por aula, lo que obligó a los centros a “desdoblar grupos” y “buscar espacios”, y de semipresencialidad a partir de 3º de ESO.
Según Álvarez, esto “supuso que todo el trabajo de planificación de julio y parte de agosto hubo que desecharlo”, y “hubiera sido de agradecer reconocer que había habido un cambio de opinión que supuso reorganizar los centros”.
Álvarez ha reconocido que en apenas 10 días se ha conseguido incrementar la plantilla y ha precisado que “están llegando los últimos profesores” del refuerzo Covid.
“Faltan muy poco, lo que no tenemos ahora son sustituciones”, ha insistido.
PRESENCIALIDAD
Adimad ha criticado que la Consejería haya autorizado ahora presencialidad total a partir de 3º de ESO manteniendo la distancia de seguridad de 1,5 metros, lo que a su juicio beneficia sobre todo a los centros concertados, ya que considera que tienen más facilidades que los públicos para adaptar sus instalaciones, y ha advertido de la “discriminación” que eso supone, sobre todo para, 2º de Bachillerato.
A juicio de la asociación, “es una más de las improvisaciones de la Consejería”, a la que ha recriminado que “establecen unas reglas del juego y cuando quieren las cambian”.