El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha asegurado esta mañana que la decisión de cerrar algunos municipios de la Comunidad de Madrid por la alta incidencia de COVID-19 ha sido difícil y por obligación ante la ausencia de medidas que debería haber tomado el gobierno autonómico de Isabel Díaz Ayuso.
“Desde el Gobierno estamos abiertos a cualquier iniciativa que mejore la situación por parte de las instituciones madrileñas. Solo pedimos que se formule desde la responsabilidad y desde la unidad de acción para combatir la pandemia”.
Estas declaraciones las ha relalizado durante el acto que ha celebrado esta mañana en Fuenlabrada, una de las ciudades que sigue bajo el estado de alarma que el Gobierno de Pedro Sánchez tuvo que aprobar el pasado viernes en Consejo de Ministros.
“Hace exactamente una semana estaba en mi tierra para celebrar el Día de la Comunidad Valenciana pero me tuve que venir a Madrid a la convocatoria del Consejo de Ministros en el que nos vimos obligados a decretar el estado de alarma para habilitar el confinamiento perimetral de la ciudad de Madrid y algunos municipios también de la Comunidad. Aunque el concepto de estado de alarma nos retrotrae a semanas muy duras de este país, todo el mundo sabe cuál es la diferencia del estado de alarma de entonces y el de ahora, por más que algunos utilicen este concepto para representar esta situación”, ha manifestado el ministro.
Durante su intervención, Ábalos ha asegurado que la decisión de decretar el estado de alarma no ha respondido a una guerra política, siendo el único motivo la ausencia de medidas por parte de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
“Hay comunidades que no quieren el estado de alarma y aplican medidas. El problema de todo es por qué tuvimos que decretar el estado de alarma en Madrid cuando perfectamente los concernidos podrían haber asumido mediante instrumentos legales apropiados el control y habernos ahorrado al Gobierno esta decisión que nunca es con gusto, porque además hay que asumirla porque alguien no lo ha hecho. No ha sido fácil esta decisión, pero somos muy conscientes de lo que significa. Se toma porque la situación no es buena. Todavía no es un buen momento, porque lo ideal sería celebrar que todo está bien, pero la primera circunstancia negativa es que las cosas no están como quisiéramos o como deberían de estar”, ha añadido.
“Hay comunidades que no quieren el estado de alarma y aplican medidas”
Asimismo, el ministro ha asegurado que esta situación no ha sido fácil, al igual que todas las que han tenido que tomar en los últimos meses ya que esta situación es excepcional y “en la que ninguna administración, gobernara quien gobernara, tenía ninguna guía para enfrentarla en ninguna parte del mundo”.
También ha recordado que no debemos relajarnos ya que el COVID-19 está remitiendo con mucha fuerza en lugares fuera de nuestro país donde parecía que todo había pasado. De esta forma, ha querido recordar las palabras que han repetido varias veces durante el estado de alarma nacional “no hay que apresurarse ni relajarse” y que “detrás de cada cifra o dato hay una persona”.
“La obligación de cualquier Gobierno es preservar siempre la vida de las personas y por tanto este Gobierno va a estar ahí, procurando que la salud esté por encima de todo. Porque si no preservamos la salud no habrá economía. Es necesario que todos los responsables políticos nos centremos en combatir la pandemia con todos los medios a nuestro alcance, y procurar no sacar rédito político de una situación tan dramática”, ha concluido.