Cocido madrileño, chocolate con churros, bocadillo de calamares o patatas bravas son los emblemas de la gastronomía madrileña. ¡Pero hay muchos más platos por descubrir!
A lo largo de la historia, la gastronomía madrileña ha experimentado influencias del resto de las comunidades que la rodean. Más adelante, y gracias al turismo, la ciudad de Madrid se ha convertido en el anfitrión perfecto de cocinas internacionales.
Tienes muchos motivos para disfrutar de la Comunidad de Madrid y, desde ahora, ya has descubierto uno más: su gastronomía, tan plural y diversa como la propia ciudad.
2Platos elaborados con casquería
En la gastronomía madrileña los platos elaborados con casquería siempre han tenido gran presencia y aceptación. Aunque también cuentan con una larga lista de detractores, ya que no a todo el mundo le hace especial gracia comerse las entrañas de los animales. Ellos se lo pierden…
Las mollejas madrileñas y los riñones de ternera son típicos de los bares de la ciudad de Madrid. También son muy comunes de ver las manitas de cordero, un auténtico manjar, y las ollas gigantes de caracoles en salsa.
Una de las raciones tipiquísimas en cualquier bar es la oreja a la plancha. La puedes encontrar en múltiples variedades: con salsa picante, a la vizcaína, etcétera. Es tan amada como odiada.
Las gallinejas y los entresijos son tan madrileños como el oso y el madroño. Forman parte de esa gastronomía castiza que tiene unas raíces humildes. Las gallinejas son las tripas fritas de cordero y cabrito lechales. Los entresijos son el mesenterio del animal, unos pliegues que mantienen los intestinos correctamente colocados en la zona abdominal.
Y la gran estrella: los callos a la madrileña. Probablemente, introducida por los emigrantes asturianos llegados a la capital durante el siglo XIX. Se elaboran con tripas de vacuno o cordero, pata y morro de vaca, chorizo, morcilla, pimentón y otros aliños.