El Ayuntamiento de Móstoles ha comprado 1.500 filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air) para “reforzar la prevención de la expansión de la Covid-19 en las aulas y garantizar el bienestar de los más pequeños” durante su estancia en los centros educativos públicos.
Según han explicado, la medida se ha adoptado “ante la grave situación provocada por la COVID-19, el preocupante repunte de casos en esta segunda ola y ante la inacción de la Comunidad de Madrid.
En este sentido, se quejan de que llega el invierno, y el Gobierno regional aún “sigue sin responder a las necesidades” planteadas por los centros educativos; mientras que el Gobierno local, PSOE y Podemos, ha asumido el coste de la compra de los filtros “y también costeará los gastos de la instalación y el mantenimiento”, hasta que finalice el Estado de Alarma.
“La alcaldesa, Noelia Posse, cumple así con el compromiso adquirido con los ciudadanos. Ningún padre ni madre ni las direcciones de los centros tendrán que poner ni un euro para reforzar la seguridad de los menores en las aulas frente al COVID-19”, han subrayado.
Además, defienden la adquisición de estos aparatos basándose “en las recomendaciones realizadas por el Ministerio de Sanidad”, al tratarse de un sistema de filtración del aire “altamente eficiente, con capacidad para retener aerosoles en porcentajes superiores al 99,95%, según la norma UNE1822”, han indicado.
Por eso, a pesar de que la Consejería de Educación desaconseja su uso en aulas con ventanas y puertas que permitan ventilación natural cruzada, insisten en recalcar que el CSIC señala “que es recomendable como medida complementaria para evitar la propagación del virus en caso de que no se pueda ventilar correctamente un espacio cerrado”.