Un hombre denunció ayer martes en comisaría que también fue víctima junto a su exmujer e hijos de la conocida como ‘envenenadora de Móstoles’, la mujer de 71 años detenida hace unos días por supuestamente haber envenenado la comida a la familia con las que convivía en un piso de esa localidad, han confirmado fuentes policiales.
La presunta envenenadora, María Fernanda M.S., fue arrestada por un delito de tentativa de homicidio por unos hechos que ocurrieron este año. La denunciante informó a finales de agosto a los agentes de que llevaban varios meses notando un sabor extraño, así como un fuerte olor, similar a la lejía, en los alimentos que dejaba preparados en su domicilio, tanto para ella como para sus hijos.
Las víctimas comenzaron a sospechar de que la inquilina de la habitación que tenían arrendada podía ser la responsable de todo porque habían tenido problemas de convivencia y tenía fácil acceso a los alimentos. Así, colocaron una cámara oculta en la cocina y pillaron a María Fernando vertía algún tipo de producto líquido a sus comidas.
Pero la ahora detenida pudo haber cometido hechos similares hace dos años, antes de mudarse al piso de Móstoles. Según ha explicado a Telemadrid el nuevo denunciante, Florentino, alquiló una habitación en 2018 a esta señora para ayudar en los gastos de la casa. Pasados unos meses, comenzó a sentirse mal y estuvo cuatro veces ingresado en el hospital y los médicos “nunca daban con lo que podía ser”.
Ha asegurado que le han quedado secuelas, un brazo que apenas puede mover, temblores, dolores de cabeza. Sus hijos y su mujer con los que vivía en el piso también estuvieron enfermos, sufrían vómitos y diarrea. “La niña estaba hinchada, apenas comía, estaba todo el día en la cama”, ha relatado. Por eso, cuando vio en las noticias el caso de Móstoles supo lo que les ocurrió.
Florentino ha contado también que María Fernanda provocó su separación matrimonial. A la mujer le contaba que él se acostaba con otras mujeres y viceversa. Además, la supuesta envenenadora interpuso una denuncia contra el hombre afirmando que quería matar a su esposa y un juez le impuso una orden de alejamiento de un año del domicilio y otros dos años de alejamiento de la familia.
Para colmo, cuando cumplió la condena y volvió a su casa encontró viviendo en ella a una persona a la que supuestamente María Fernanda había vendido las llaves del piso por pago de cinco mensualidades. Ahora, Florentino convive con la ‘okupa’ y está a la espera de una resolución judicial para que la desaloje del piso mientras “le insulta, amenaza y le destroza los muebles”.