El municipio de Boadilla del Monte arranca su nuevo plan de asfaltado, el que se considera como más ambicioso de la última década, con un presupuesto de 1.461,034 euros y una superficie de actuación de 188.451 metros cuadrados de las urbanizaciones históricas. La operación asfalto se ha retrasado este año con motivo de la pandemia.
Con un plazo de ejecución de cinco meses, el plan incluye el asfaltado del carril bici de La Cárcava y 49 calles de las urbanizaciones Bonanza, Valdecabañas, Las Lomas, Valdepastores, Parque Boadilla, Olivar de Mirabal y Viñas Viejas.
El nuevo asfaltado reducirá la emisión de ruidos que se producen por el tránsito de vehículos por una calzada deteriorada y aumentará la seguridad de los conductores.
La iniciativa ha sido presentada hoy por el alcalde de Boadilla del Monte, Javier Úbeda, que ha estado acompañado de presidentes de varias de las urbanizaciones.
Los vecinos de las urbanizaciones insisten en la necesidad de rehacer las bandas de frenado, badenes o también conocidos como “policías tumbados” aprovechando esta inversión.
Hay que recordar que diferentes estudios entre autoridades de municipios europeos y norteamericanos han detectado ciertos efectos negativos por el uso de reductores de velocidad, como que alarga una frenada de emergencia, incrementan la polución acústica, acelera el envejecimiento de las suspensiones de los vehículos, afecta a todos los usuarios de la vía (cuando algunos de ellos ―como peatones o ciclistas― no superan la velocidad máxima estipulada), atrasan a los bomberos y a las ambulancias en situaciones de emergencia y pueden causar nuevos accidentes.
