En un pasado no muy lejano estos lugares madrileños fueron palacios e iglesias, hospitales de referencia, importantes sanatorios o incluso el hogar de los periodistas.
Hoy en día, el paso del tiempo los ha convertido en escenario de grafitis, botellones y batallas de ‘paintball’ y ‘airsoft’. A su vez, el abandono también los ha dotado de un aura de misterio que atrae, cada vez más, a curiosos y amantes de lo paranormal.
Más allá de la multitud de leyendas surgidas en torno a ellos, su historia y patrimonio merecen ser conocidos.
¿Te atreverías a pasar un día entero rondando estos lugares?
5Sanatorio de La Marina
Abandonado desde que en 2001 el Ministerio de Defensa decidiera echarle el cierre definitivo, el Sanatorio de La Marina fue construido a principios de los años 40 como centro de curación de enfermedades respiratorias para los militares españoles, función que cumplió durante más de medio siglo con la ayuda del aire puro de la sierra.
Desde su clausura oficial, las instalaciones han sido saqueadas, destrozadas y cubiertas de grafitis, a pesar del cartel disuasorio situado en la entrada que advierte de elevadas multas para todo aquél que se atreva a traspasar la valla exterior. Muchos de quienes lo han visitado hablan de la presencia de espíritus y de ruidos inexplicables en su interior.
En el pequeño pueblo de Los Molinos se encuentra el más gigantesco de los sanatorios abandonados de la Sierra de Guadarrama. Numerosos carteles advirtiendo de la multa de 301 euros que te cascan por entrar intentan disuadir a gamberros y grafiteros. Dos cosas resultan curiosas: que luego las puertas estén abiertas de par en par, y que los vecinos de ese barrio puedan pegar ojo por las noches.