‘Tienes que visitar la Puerta del Sol, el Palacio Real, el Museo Del Prado, la Gran Vía… ¡y tomarte un bocadillo de calamares!’
Esto es lo que te diría cualquier madrileño si le preguntas sobre lo que debes hacer al visitar su ciudad. Aunque, en vez de bocadillo, probablemente dijesen ‘bocata’.
Los lugares clásicos se sitúan alrededor de la Plaza Mayor, que hoy en día siguen siendo algunos de los mejores para probar esta delicia, pero hay muchos más que debes conocer.
En los últimos años, el bocata de calamares también se ha sumado a las innovaciones gastronómicas, y cada vez más restaurantes sirven este plato reinventado: calamares en tempura, con el pan teñido de negro o incluso deconstruido.
Acompáñalo de mayonesa o un pequeño toque de limón, junto a una buena caña bien tirada, y disfrutarás como nunca.
4La Ideal
La Ideal es uno de los templos del bocata de calamares. Un local pequeño y típicamente castizo, con una carta sencilla y unas cañas muy bien tiradas.
El crujiente pan recién hecho de este bocadillo de calamares es uno de sus puntos fuertes. Crea un contraste perfecto con la ternura que se halla en su interior: unos calamares grandes y dorados, pero nada aceitosos.
Lo mejor de todo es su ajustado precio, 2’70€, apto para cualquier bolsillo. Saldrás con el estómago contento si además te animas a probar su famoso pincho de tortilla o sus bravas.
Está localizado en la calle de Botoneras 4, al lado de la Plaza Mayor.