La Empresa Municipal de Transportes (EMT) dejará de prestar servicio con autobús de gasoil a partir de 2023, cuando toda su flota estará compuesta por autobuses eléctricos, de gas natural e híbridos.
Esta medida se inserta en la política de medio ambiente y movilidad que está desarrollando el Ayuntamiento de Madrid a través de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360.
Esta realidad será posible gracias a la compra de 520 vehículos de Gas Natural Comprimido (GNC) que la EMT acaba de licitar con el objetivo de retirar de la circulación la flota más contaminante del organismo público y mejorar la calidad del aire.
Así, se adelanta tres años la previsión que establecía el plan de calidad del aire vigente al respecto, donde se fijaba de límite temporal 2025 para que todos los autobuses de la EMT fueran flota limpia o cero. En la actualidad, sólo quedan 388 autobuses diésel en la EMT de los 2.100 vehículos de los que dispone.
La compra de los 520 autobuses GNC cuya licitación se publicó ayer cuenta con un presupuesto total de 161,2 millones de euros. Los primeros 190 autobuses (58,9 M) de esta adquisición llegarán en 2021, permitiendo sacar de la ciudad 258 unidades de gasoil, a los que se sumarán otros 100 vehículos eléctricos (50 licitados este año) y 6 minibuses también eléctricos.
Con este nuevo equipamiento, la flota CERO crecerá hasta las 179 unidades a final de año y se alcanzará la electrificación del 8 por ciento del parque de la EMT. El presupuesto total de estos 295 nuevos autobuses asciende a 119.500.000 euros. 2020 ha sido el año en que se ha realizado la mayor licitación para la compra de autobuses de EMT: en total, 626.
En 2022 se sumarán otros 200 autobuses de gas (62 M) y se terminará de sacar de la circulación los 133 autobuses diésel que queden; en 2023 se recibirán otros 130 GNC (40,3 M), siempre manteniendo la flota de 2.100 autobuses para el servicio.