El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha asegurado que las medidas que en España se han puesto en marcha para frenar la pandemia del Covid-19 no hubieran sido distintas si se hubiesen conocido los datos de mortalidad hechos públicos este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Y es que, según el informe del INE, en los primeros cinco meses de 2020, la Covid-19, dentro del grupo de enfermedades infecciosas, fue la causó más muertes. Así, en el caso de Covid-19 virus identificado fallecieron 32.652 personas (con una tasa de 68,8 por cada 100.000 habitantes) y en el de Covid-19 sospechoso murieron 13.032 personas (con una tasa de 27,5).
Sin embargo, el último informe publicado por el Ministerio de Sanidad este jueves notifica 47.344 fallecidos con prueba confirmada de Covid-19 en España. “Estamos hablando de una diferencia de 3.000 y pico personas, que no es pequeña pero que no modifica la magnitud del riesgo y la toma de decisiones no hubiera variado si se hubieran conocido antes estos datos”, ha recalcado Simón.
De hecho, ha comentado que desde la red de vigilancia epidemiológica ya se contaba con que se iban a producir estas variaciones, si bien ha reconocido que lo que más le ha llamado la atención es que la media de edad de las personas fallecidas con sospecha de coronavirus es más alta en el informe del INE, algo que ha señalado que podría ser porque eran personas más frágiles.
“Son diferencias que esperábamos. Es duro hablar de más de 3.000 fallecidos, pero son cifras que entraban más o menos dentro de las estimaciones de margen y error que manejábamos. La buena noticia es que el sistema de vigilancia epidemiológica fue lo suficientemente preciso, aunque no lo oportuno en tiempo, para que la toma de decisiones no fuera sesgada por la diferencia de fallecidos”, ha zanjado Simón.