La Secretaria General de Instituciones Penitenciarias ha dictado un recordatorio de cara a la Navidad en el que insta a las directores de las cárceles a reforzar las medidas de seguridad, como el control de llaves y las cámaras, con motivo de las fechas navideñas y a raíz de los “incidentes e incidencias” registradas en el último año como la reciente fuga de dos hermanos de la prisión madrileña de Valdemoro.
Cada año, Instituciones Penitenciarias hace un recordatorio a los directores de la prisiones para que “se extremen las medidas de seguridad” de cara a la prevención entre otros aspectos de suicidios, así como el consumo e introducción de sustancias estupefacientes.
El documento recordatorio se dicta después de que el pasado 5 de diciembre Jonathan Moñiz, alias ‘El Piojo’, y su hermano Miguel Ángel, lograran fugarse del módulo 9 de la cárcel madrileña de Valdemoro.
Los hermanos Moñiz accedieron al almacén de la planta baja del centro penitenciario al parecer con una llave que habían fabricado. Serraron los barrotes de las ventanas y salieron a un tejadillo, desde donde accedieron a las vallas, la última de ellas de siete metros.
Según las fuentes consultadas, las alarmas de seguridad de la prisión sonaron, por lo que hay una investigación en curso para tratar de determinar los posibles fallos que pudieron desembocar en la fuga de estos dos presos.
El documento fechado ayer mismo y firmado por el director de Ejecución Penal y Reinserción Social, emplaza a los directores y a los subdirectores a llevar a cabo “una revisión y actualización de la normativa reguladora del funcionamiento de los diferentes departamentos así como de los procedimientos de seguridad complementarios”.
Así, se solicita que se preste especial atención a la revisión de los sistemas activos y pasivos de seguridad. En concreto, señala que todos los miércoles se deberá realizar un chequeo minucioso de todos los pasivos y activos de seguridad existentes en el centro penitenciario.
La persona responsable de este chequeo deberá ser el subdirector o subdirectora de la cárcel, siendo la persona que establezca el protocolo oportuno que garantice la revisión del estado de los citados medios.
VIGILANCIA EXTERIOR
Otro de los puntos del protocolo se refiere a la coordinación con el responsable de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado encargado de la vigilancia exterior del centro penitenciario.
En este punto, cita que el artículo 63 dispone que el director del centro penitenciario despachará diariamente con el jefe de la guardia exterior, quien deberá informarle de las incidencias del servicio y recibir instrucciones.
Éstas indicaciones se refieren a la revisión de los procedimientos de seguridad existentes y a mejorar la coordinación ante posibles incidencias, así como establecer pautas para la revisión periódica de elementos activos y pasivos por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
El protocolo también da pautas para sobre aspectos relacionados con medidas de seguridad interior en los penitenciarios. En primer lugar establece que los directores, subdirectores y jefes de seguridad deberán supervisar las medidas de seguridad previstas en el artículo 65 del Reglamento Penitenciario.
También se deberá regular por escrito el control de llaves, así como las requisas e inspecciones locales y dependencias de uso común. Con respecto a la última medida, se incide en la necesaria revisión periódica de aquellos locales y dependencias a los que se accede de manera puntual o habitual.
Asimismo, las requisas en los patios deberán ser objeto de partes escritos, al igual que las rondas nocturnas de los funcionarios de Prisiones. Sobre las rondas, el documento señala que el jefe de servicio será la persona encargada de verificar la correcta ejecución de las rondas nocturnas.
Otro de los puntos hace alusión a reforzar medidas preventivas de cara a las fechas navideñas orientadas a evitar la instrucción y consumo de sustancias estupefacientes; y a la prevención de suicidios.
