La ruta de las patatas bravas en Madrid

Las patatas bravas son las reinas del tapeo, coronando la inmensa mayoría de barras. En la ciudad de Madrid, especialmente, se han convertido en ese bocado cultural al que rendir tributo en los bares y restaurantes. 

Las puedes encontrar clásicas o algo más transgresoras, pero para que sean ‘bravas’ deben ir acompañadas obligatoria y exclusivamente de la salsa que les da nombre.

En la capital madrileña hay verdaderos maestros de la salsa brava, al igual que existen absolutos despropósitos compuestos de tomate o tabasco. Y pocas cosas decepcionan tanto como unas pésimas patatas bravas. 

No hace falta decir que de nada sirve una excelente salsa si la patata no es de buena calidad. Lo ideal es cortarla en dados, que esté crujiente por fuera, cremosa por dentro y no vaya chorreando aceite. 

Y dicho todo esto, aquí os dejamos una lista con las patatas bravas madrileñas que no te defraudarán. ¡Saldrás más contento que unas castañuelas!

7
Cachivache

La ruta de las patatas bravas en Madrid

El bar Los Chicos inspiró a Javier Aparicio. El chef iba con su familia -como tantos madrileños- a tomar el aperitivo los fines de semana, y tanto le gustaron sus bravas que creó las suyas propias.

Las patatas en gajos que confeccionan en este lugar son una auténtica delicatessen: crujientes por fuera y súper cremosas por dentro. Donde hay calidad, se nota a la legua.

La salsa es picante y cremosa, además de generosa, ya que embadurna por completo a las patatas. Nada más ver esta combinación, querrás pedirla, ya sea en mesa o en la misma barra.

Se sitúa en la calle de Serrano 221, entre las paradas de metro de Colombia y Concha Espina.