Las patatas bravas son las reinas del tapeo, coronando la inmensa mayoría de barras. En la ciudad de Madrid, especialmente, se han convertido en ese bocado cultural al que rendir tributo en los bares y restaurantes.
Las puedes encontrar clásicas o algo más transgresoras, pero para que sean ‘bravas’ deben ir acompañadas obligatoria y exclusivamente de la salsa que les da nombre.
En la capital madrileña hay verdaderos maestros de la salsa brava, al igual que existen absolutos despropósitos compuestos de tomate o tabasco. Y pocas cosas decepcionan tanto como unas pésimas patatas bravas.
No hace falta decir que de nada sirve una excelente salsa si la patata no es de buena calidad. Lo ideal es cortarla en dados, que esté crujiente por fuera, cremosa por dentro y no vaya chorreando aceite.
Y dicho todo esto, aquí os dejamos una lista con las patatas bravas madrileñas que no te defraudarán. ¡Saldrás más contento que unas castañuelas!
8Bar Melilla
Este pequeño y discreto bar se encuentra escondido en la calle de Melilla, junto al mítico Madrid Río.
Sus patatas bravas no son tan famosas, pero poco tienen que envidiar a aquellas que ostentan el título de ‘las mejores bravas de Madrid’.
Elaboran una salsa casera, completamente misteriosa, que unos días pica más y otros días pica menos. Se vierte sobre unas patatas irregulares y sabrosas, crujientes por fuera y cremosas por dentro.
Lo encontrarás en la calle de Melilla 55, al lado de Pirámides y del Parque de Madrid Río.