La psicoterapeuta Joana Serrano, nos acerca los mejores consejos para que este 2021 sea un año positivo, con herramientas que nos permitan vencer el miedo al cambio.
Son muchos los propósitos que nos hacemos cada año nuevo, pero según los expertos solo se consiguen completar menos de un 8%, para Joana Serrano el problema reside en que todos renovamos nuestros propósitos al inicio de cada nuevo año, desde dietas para adelgazar, hacer ejercicio físico, o mejorar nuestro nivel en algún idioma, incluso dejar de fumar. Creemos que el cumplimiento de estos objetivos nos hará sentir mejor y con más autoestima además de ser más competitivos a nivel profesional. Mentalmente lo tenemos claro y buscamos información para hacer cursos o guías orientativas si somos más autodidactas.
Si la mayoría de personas no consiguen sus propósitos es porque el plan de consecución para llegar a él es inadecuado.
Hay que preguntarse por qué no lo conseguimos en intentos anteriores y hacer los cambios necesarios en el nuevo intento, el plan tiene que ser realista y al que tendremos que dedicarle un tiempo.
Tiene que responder a las preguntas, cuándo y cómo lo voy a hacer, para qué quiero cumplir este propósito y nuestra respuesta debe conectar con una importante necesidad personal o con una alta motivación, dos motores imprescindibles en el cumplimento de objetivos.
Para canalizar la fuerza de voluntad a lo largo del tiempo nuestro plan debe ser alcanzable y evaluable, y la satisfacción y energía que necesitamos para cumplirlo vendrá de la retroalimentación en el pequeño progreso diario hasta conseguir dejar de fumar, adelgazar, aprender algo nuevo, estar en forma físicamente, ahorrar o emprender un negocio.
Ayudar a personas que atraviesan conflictos, crisis y que buscan más bienestar e integración personal
Joana Serrano se define como counselor y psicoterapeuta porque utiliza técnicas de psicología para ayudar a superar situaciones difíciles.
Para alcanzar los objetivos acordados en las sesiones hay que crear un espacio de seguridad y confianza donde el usuario sea capaz de valorar su situación, emocional, mental y ambiental de manera sincera y según sus valores.
Tener un lugar y un profesional donde poder volcar todo lo que nos preocupa con la total confianza de que vamos a alcanzar una visión mejorada y ampliada que nos ayudará a solucionar nuestro conflicto tiene un gran valor, porque nos ayudan a ayudarnos sintiendo que somos los protagonistas y autores de nuestro propio cambio.
En los grupos la dinámica es parecida pero al compartir experiencias de alto contenido emocional y personal se produce un fenómeno que intensifica la experiencia de la consciencia por empatía que genera el debilitamiento de la burbuja del ego y de la creencia de que estamos separados del mundo.
En los grupos de crecimiento personal reconocer el problema y compartirlo es una poderosa herramienta de cambio. La verdad reconocida, de cualquier polaridad, cuando se comparte contiene un gran potencial de cambio, de reconstrucción real.
Recuperar el bienestar
Las personas que acuden a esta profesional, buscan recuperar el bienestar emocional y mental que han perdido, sobre todo cuando ya reconocen que tiene consecuencias en su entorno profesional y personal.
Todos quieren saber la causa del malestar y encontrar la manera de aliviarlo.
Debo decir que los que vienen a mi consulta por primera vez y que no conocen la dinámica de la psicoterapia creen que hablando y siendo escuchados se liberan del problema, crisis de ansiedad, miedos o falta de energía y motivación para seguir con su vida como lo venían haciendo hasta el momento.
En algunos casos es así, cuando el proceso de comunicación terapéutica se basa en la confianza mutua y compromiso por ambas partes durante el proceso hasta llegar al cambio deseado.
Pero otros procesos terapéuticos también implica actuar, tomar decisiones, afrontar y aceptar lo nuevo, diferente o inesperado. Esto último sucede en las últimas fases del proceso.
En mi buscan y encuentran el punto de apoyo para mover su mundo, como el principio de Arquímedes.
Mueven su mundo cuando abren su mente, liberan sus emociones y piensan de manera diferente con una nueva claridad y fuerza interior para abordar de manera creativa la crisis que les trajo hasta mí.
Los perfiles de empresarios y directivos que tienen responsabilidades sobre equipos y de empresa muy asertivos e independientes buscan reencontrar su potencial de humanidad, la del corazón, la del alma que sin darse cuenta se ha ido vaciando al volcar toda la atención en aspectos muy funcionales de su labor.
En estos momentos de crisis donde tienen que tomar decisiones difíciles, su visión y reformulación creativa es muy importante para que su equipo siga confiando en ellos. Tienen que revisar valores, creencias y dejar lo conocido atrás.
Un libro escrito para 2020: Camino hacía lo desconocido
Autora del libro, Camino hacía lo desconocido, la autora nos muestra que «la vida es aún más extraordinaria cuando desvelas su misterio»
Para Joana, muchas de las personas que trata no abordan la situación que vivimos de forma directa sino colateralmente.
En general minimizan el impacto de los cambios vividos, excepto si han sufrido alguna pérdida importante, por enfermedad, fallecimiento o han sufrido cambios profesionales, directamente derivados de esta pandemia.
Para la mente humana es demasiada entropía la que gestionar y como mecanismo de defensa utilizamos la negación o minimización de su influencia en nuestras vidas.
De esta manera su preocupación y deseo es el de volver a recuperar el status quo lo antes posible, y así lo abordamos los profesionales, recogemos lo que sienten y viven haciendo notar que las emociones y el ambiente social influyen en nuestros estados y comportamiento.
Los datos hablan de un aumento muy notable de personas que sufren ansiedad y depresión, insomnio y estrés.
Salir reforzados de la pandemia, es posible
Para Joana solo hay una forma: con humildad, con mucha humildad.
Lo irremediable, inevitable, imprevisible e inimaginable no tiene espacio en nuestra conciencia. El ser humano ha evolucionado conquistando y controlando.
Hemos llegado al siglo XXI creyendo que podemos con casi todo, por encima de cualquier limitación.
Ya está al alcance de todos el término psicólogico resiliencia, que es la capacidad del ser humano de superar cualquier situación traumática, sin embargo en este momento ante la avalancha de acontecimientos y de informaciones de máxima alerta y haciendo frente a tantos acontecimientos imponderables, la humildad nos facilita el acceso a la calma capaz de parar reacciones bioquímicas en nuestro cuerpo para abrir aún más el campo de conciencia y apreciación sin caer ni en la negación ni en la lucha.
Desarrollar una actitud humilde neutraliza el ego narcisista y paranoico, nos hace mejores personas, más solidarias y colaborativas.
Es muy necesario gestionar las emociones ante las pérdidas sufridas, nuestras emociones básicas como el miedo, la rabia y la culpa se nos activan automáticamente, a veces independientemente de nuestros pensamientos y racionalidad.
Estas emociones las dirigimos hacia nosotros mismos o hacia los demás, introyectamos o proyectamos en función de nuestra madurez emocional.
La mejor manera de abordar el dolor de la pérdida es cuidando el cuerpo, y cuidando el lenguaje.
Tenemos que dormir bien para restaurar el cerebro y sistema nervioso, hacer el ejercicio que nuestro cuerpo nos permite, en nuestro nivel y alimentarse saludablemente.
Debemos cuidar nuestra comunicación interna y con los demás, porque las relaciones personales serán también una fuente de energía para afrontar la pérdida. Y mucha sinceridad con nosotros mismos para valorar la necesidad de pedir ayuda profesional que sin duda facilitará el proceso de recuperación.
La vida es en sí misma lo bastante excepcional y milagrosa como para estar agradecidos por disfrutar de ella hasta el último aliento. Cualquier manifestación facilitadora de vida es motivo para estar agradecido. Entonces vamos a mirar la vida que tenemos y que nos rodea con gratitud que es la herramienta más resiliente y sabia de la que disponemos.
Parece de locos estar agradecidos en la desgracia, sin embargo no se trata de resignación o inconsciencia sino de mantener la fe y confianza en la vida que sigue adelante y que gracias a nuestro reconocimiento desde la gratitud la vamos a potenciar como un bien preciado al que cuidar.
Hay que tener paciencia, el cambio no viene de un día para otro, el cuerpo se recupera con un poco de tiempo, la mente se entrena con voluntad y comprensión, y lo que no podemos cambiar porque nos viene impuesto, siempre podremos encontrar desde nuestra libertad interior, la manera de reaccionar ante ello.
Un libro que despierta buenas energías
Los lectores encuentran comprensión y consciencia de sí mismos, autoconocimiento y autodescubrimiento.
Con la lectura poco a poco vas adentrándote al centro de ti. Es profundo y entretenido con buena energía y un gran acompañamiento en el camino de vuelta a casa, a tu Ser.
Algunas personas me han comentado que la lectura les ha aportado paz y reflexión una forma diferente de verse a sí mismos y a la vida. A los buscadores que ya son expertos en el camino introspectivo y de espacios interiores también les abre algunas puertas para continuar poniendo en orden todas las experiencias sin llevarnos a fantasías ni a engaños porque hemos viajado muy lejos para darnos cuenta de que lo que buscamos es a nosotros mismos.