La Comunidad de Madrid creó el pasado miércoles, 13 de enero, un dispositivo aéreo para alimentar el ganado que se había quedado aislado en Colmenar Viejo derivado de la borrasca Filomena. Este operativo ha sido bautizado con el nombre de Operación Tulipán.
En concreto, se trata de diez explotaciones extensivas de ganado vacuno con un total de 400 animales ubicados en la localidad madrileña, que han empezado a ser alimentados desde el aire gracias al uso del helicóptero del Grupo Especial de Rescate en Altura del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid.
Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM112) han sido los encargados de la coordinación de la operación. Después de que las asociaciones de ganaderos de la zona informaran de que no habían podido alimentar a sus reses desde el pasado viernes. Todo derivado, entre otros motivos, por la gran cantidad de nieve en el lugar.
Así, por intermediación de la Dirección General de Agricultura de la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, del ayuntamiento de Colmenar Viejo, y de acuerdo con las necesidades e indicaciones de las asociaciones ganaderas de la zona y el trabajo de retenes forestales de la Comunidad, la ASEM112 han activado un dispositivo que permitirá alimentar en diez puntos geográficos distintos a todos los animales.
La ganadería en la Comunidad de Madrid
En la Comunidad de Madrid, a pesar de su carácter urbano, hay más de 4.600 explotaciones ganaderas y más de un millón y medio de animales. Casi el 10% son cabezas de ganado vacuno, seguidas por las de ovino, pero también hay explotaciones de ganado caprino y porcino.
La producción de carne en la capital española es mucho más superior al porcentaje de explotaciones ganaderas en la comunidad. Esto se debe a la instalación de mataderos en la región, atraídos por el gran consumo que se realiza en Madrid.
En la Comunidad de Madrid la cabaña ganadera está constituida tanto por animales de Razas de Fomento como de Razas en Peligro de Extinción y Razas Autóctonas de Madrid. Estas últimas, están perfectamente adaptadas al medio físico, por lo que, necesitan una cantidad menor de pienso alimentándose fundamentalmente de pastos naturales. Por ello, los ganaderos están reorientando sus sistemas de producción hacia estas razas.
Los incrementos en los últimos años de las razas autóctonas han sido particularmente significativos, apreciándose especialmente en la especie ovina: Colmenareña y Rubia del Molar. Asimismo, tienen un rendimiento sensiblemente inferior a otras razas con mejores aptitudes. Debido a los altos precios de los cereales que constituyen la base de la alimentación animal.
Desde las administraciones públicas se estimula la respuesta del sector productor con esfuerzos encaminados al fomento de razas autóctonas. La inmensa mayoría de los casos están ligados a sistemas extensivos de producción, bajo parámetros de respeto al entorno natural y al bienestar animal.