La Comunidad de Madrid cuenta con un repertorio de fuentes históricas de lo más variado, ya sean con un propósito funcional o como meros adornos de sus ciudades y municipios.
Tanto es así, que uno de los tradicionales elementos distintivos de Madrid siempre ha sido el número y la calidad de sus fuentes. Un patrimonio que se extiende por todos los rincones de la Comunidad, desde los Reales Sitios hasta los municipios más pequeños, pasando por la sierra o en la campiña.
¿Conocías alguna de las fuentes que te presentamos a continuación?
Fuente de los Álamos
El origen de la fuente de los Álamos podría retrotraerse, según los historiadores, al siglo XIV. Podrás verla en el Palacio de Villena de Cadalso de los Vidrios.
Se encuentra en un lugar en el que brotaba un manantial y que, tras canalizarlo, fue convertido en fuente. Sobre el pilón se sitúa una construcción de granito, a modo de templete, con dos arcos de traza ojival enfrentados y un arco frontal de medio punto.
El perímetro de la fuente está delimitado por un conjunto de mojones cilíndricos, los cuales sirvieron en su momento para evitar el acceso de carros y animales de gran tamaño a la fuente.
Fuente de Felipe IV
En la construcción de esta fuente, ubicada frente al Palacio Real, participaron grandes genios del siglo XVII.
Está formada por dos piletas circulares y compuesta por un doble conjunto escultórico. Sobre el basamento central se encuentra la joya de esta fuente: una estatua ecuestre de Felipe IV, realizada en bronce y moldeada por Pietro Tacca bajo diseño del mismísimo Velázquez.
La figura del caballo en corveta planteó tal reto que requirió los cálculos de Galileo Galilei. A los pies de la estatua ecuestre se sitúa el segundo conjunto escultórico, realizado en 1843 por Francisco Elías Vallejo y José Tomás, por encargo de la reina Isabel II.
El monumento fue inaugurado oficialmente el 17 de noviembre de 1843. Un año antes de que Narciso Pascual y Colomer diseñara el trazado definitivo de la plaza, cuyo contorno fue articulándose a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX.
Fuente de las Conchas
Esta fuente, conocida como ‘La fuente de la de las Conchas’, data del siglo XVIII. Está situada en las inmediaciones del Palacio del Infante Don Luis, en Boadilla del Monte.
Fue declarada Paraje Pintoresco el 26 de febrero de 1974, como parte del palacio. Su diseño se atribuye al arquitecto Ventura Rodríguez.
Se sabe que la fuente sirvió de depósito del palacio, y su parte posterior alberga un aljibe que estaba conectado directamente con las cocinas.
Fuentecilla de la calle Toledo
La Fuentecilla, inaugurada en 1815, es una de las fuentes más singulares de Madrid. Su construcción fue iniciativa del conde de Moctezuma, corregidor -lo que hoy se conoce como alcalde- de Madrid en 1814.
Se trata de un homenaje al rey Fernando VII, tras su segunda llegada al trono. Fue diseñada por Alfonso Rodríguez, arquitecto de la Real Casa, y presenta un trazado más próximo al de un monumento urbano que al de una fuente.
En su parte superior se pueden observar las siete estrellas del escudo de Madrid. Su símbolo más representativo es el león que la culmina, erguido sobre dos globos terrestres, uno para cada uno de los antiguos dominios del Imperio Español.
Fuente de Arriba
Esta fuente de estilo renacentista, situada en plena Plaza Mayor de Chinchón, sirvió de abrevadero para el ganado y como punto de recogida de agua para la población, en la antigüedad.
Se transformó en fuente ornamental hace apenas cuatro décadas, y hoy en día sirve como punto de encuentro para vecinos y turistas. En las fiestas patronales es lugar donde se desarrolla el juego tradicional de la cucaña. Se le denomina «Fuente de Arriba» por encontrarse en la parte alta de la plaza.
Fuente del Niño de la Espina
Conocida también como ‘Fuente del Espinario’ o ‘Fuente de las Arpías’, fue mandada construir por Felipe III para el Jardín de la Isla de Aranjuez.
Se trata de una obra de los escultores toledanos Juan Fernández y Pedro Garay, en 1615 y concluida en 1617. Su estatua central es una copia del modelo helenista original, que representa a un kouros -atleta griego- preparándose para la carrera y que se conserva en el Museo del Capitolio de Roma.
El pretil de la pileta es de jaspe. Además, tiene una columna corintia en cada esquina de la que nacen arpías que lanzan agua hacia el centro de la fuente.
Fuente de los Tres Caños
En las inmediaciones del Castillo de Villaviciosa de Odón encontramos esta fuente, cuya construcción se atribuye a Ventura Rodríguez.
Fue encargada por el Infante Luis Antonio de Borbón y Farnesio, XIII Conde de Chinchón. De estilo herreriano, en el frontal del mural aparece un blasón de armas realizado en caliza y tratado con profusión de líneas curvas al gusto de la época. Su pilón de granito, recibe las aguas de tres caños de bronce.
Fuente de los Caños
La fuente de los Caños de Guadarrama es uno de los elementos que Carlos III mandó construir para decorar y urbanizar el Camino Real de Castilla.
Fue construida en el año 1785 y su estructura recuerda a la fachada de una iglesia barroca. De hecho, está rematada por un frontón triangular con hornacina que contiene la imagen de San Miguel Arcángel, el patrón de la localidad. Bajo él, se ubica el blasón de las armas del Duque del Infantado, señorío al que perteneció la Villa de Guadarrama.
Durante siglos esta fuente sirvió de abastecimiento principal de agua para el pueblo. En torno a ella crecieron numerosos negocios dedicados al hospedaje que aún perduran hoy.
Fuente de los Huertos
Esta fuente fue concebida para el consumo de los vecinos y como abrevadero del ganado que acudía hasta este lugar, en Colmenar de Oreja.
Su construcción podría estar datada entre los siglos XVII y XIX por las características de sus elementos. Posee un largo abrevadero que conduce el agua hasta dos grandes lavaderos.
El sobrante iba a parar a una balsa, que los tinajeros construyeron con objeto de aprovechar el agua para el barro de sus tinajas, llamada Pozo Arancón.
Fuente de la Villa
La fuente de la Villa de Valdemoro fue construida en 1605 a raíz de la concesión del ‘privilegio de feria’, concedido dos años antes por Felipe III a este municipio.
Tres caños de hierro fundido vierten agua bajo el blasón de armas de la Villa. Su pilón sirvió de abrevadero a los animales traídos por los comerciantes.
Sus elementos han sido sometidos a varias restauraciones. La primera se realizó en 1778, y la última en 2004, cuando se saneó y limpió la piedra.