El edifico se encuentra en ruinas tras la gravísima explosión. Los Bomberos del Ayuntamiento entrarán esta mañana al edificio de la calle Toledo que voló por los aires tras una fuga de gas a las 14:56 del día de ayer.
Gracias a la luz del día, los efectivos de los bomberos del ayuntamiento podrán revisar la estructura y reanudar las labores de saneado, según fuentes de emergencias Madrid. Durante el día de hoy también tendrán lugar los trabajos de desescombrado de todos elementos inestables dañados por la onda expansiva. Una máquina excavadora está ya quitando también de la calzada los restos de la explosión.
Se seguirá inspeccionando los edificios aledaños para comprobar si la defragración ha afectado a sus cimientos y estructura, y dejar que los seguros comiencen la evaluación de los daños. Los bomberos tendrán que revisar la pared medianera con la residencia de ancianos colindante, en la que nadie ha resultado herido.
Una vez revisen todas las estancias y el estado del edificio cederán los trabajos a los técnicos de Edificación Deficiente del Consistorio. Y así controladamente se procederá a derribar el edificio por los daños estructurales, como ha avanzado el concejal delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes.
Las grúas ya se han trasladado a la zona para empezar el derribo de lo que queda en pie del número 98 de la calle Toledo. Hay que realizar esta operación “muy poco a poco” porque no se puede hacer desde dentro ante la imposibilidad de pisar esas plantas destruidas.
El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ya avanzó en el día de ayer que estas plantas “tendrían que ser objeto de un derrumbe controlado”. El edificio se encuentra destruido e incendiado. El desmontaje del edificio “no durará más de dos semanas”, según ha informado el edil madrileño en la rueda de prensa posterior a la junta de portavoces.
¿Es el gas natural una energía segura?
La fuga de gas que ha provocado este trágico accidente ha instaurado un debate sobre si el gas es una fuente de energía segura. “Tal y como atestiguan las estadísticas de las autoridades en materia de Seguridad y Calidad Industrial y las compañías energéticas, el gas es una fuente de energía segura y es excepcional que se produzca un accidente“, han asegurado desde Agremia en un comunicado. Pero lo cierto es que accidentes como el de ayer en la sede sacerdotal ocurren.
La Asociación de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energía (Agremia) ha recordado que los aparatos e instalaciones oficiales solo pueden ser revisadas y mantenidas por empresas y operarios habilitados por la autoridad competente en materia de Industria en cada comunidad autónoma. La asociación ha subrayado que las instalaciones de gas deben pasar obligatoriamente la inspección o revisión cada cinco años tanto en gas canalizado como envasado (butano o propano).
Para prevenir accidentes de gas en viviendas, Agremia incide en recomendaciones como vigilar la correcta combustión de los aparatos (si la llama es de color azul esta es correcta, no así cuando es amarilla), insiste en la necesidad de no obstruir las ventilaciones obligatorias y cerrar la llave general si el usuario nota olor a gas.
Por último, fuentes de la asociación han recalcado que las calderas no explotan, sino que los accidentes pueden producirse por acumulación de gas, por una fuga, y cuando el gas entra en contacto con una chispa eléctrica o llama, que pueden producir la deflagración.
Cuatro víctimas mortales
Lamentablemente el trágico accidente ha provocado el fallecimiento de cuatro personas y una decena de heridos. Las victimas mortales se tratan de un sacerdote, el técnico que manipulaba la caldera y dos viandantes.
La Archidiócesis de Madrid ha informado a primera hora del día de hoy de la muerte del sacerdote Rubén Pérez Ayala por las heridas sufridas a causa de la explosión en la residencia sacerdotal, elevando a cuatro las víctimas mortales. El sacerdote de 36 años habría fallecido a las 1:42 horas de la madrugada de este jueves después de haber sido trasladado al hospital por las heridas.
Una decena de heridos en la residencia sacerdotal del número 98 de la calle Toledo. Los efectivos del Samur-Protección Civil que se desplazaron a la zona y atendieron a once heridos, uno de ellos grave que fue trasladado al Hospital de La Paz. Se trata de un hombre de unos 55 años con traumatismo torácico y fractura de pierna, quien sido trasladado a La Paz. También fueron evacuados en una ambulancia al hospital Ramón y Cajal una mujer con crisis de ansiedad y un hombre con traumatismo craneoencefálico leve.
También han evacuado además al Clínico a un hombre de 29 años con fractura de peroné, que se encuentra en pronóstico reservado. Una ambulancia del Summa-112 ha trasladado por su parte a un varón de 27 años, con herida en el tobillo, a la Fundación Jiménez Díaz, para exploración completa. Su pronóstico es reservado.
Además, dos agentes de la Policía Nacional han resultado heridos en la explosión y han tenido que ser trasladados hasta el Hospital Nuestra Señora de América, donde permanecen en observación.
Los vecinos desalojados duermen en hoteles
Los vecinos de la zona que no han podido acceder a sus viviendas para evitar riesgos han sido trasladados a hoteles. El Samur Social ha dispuesto 20 habitaciones dobles del hotel NH para los vecinos desalojados.
El delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid, Pepe Aniorte Rueda, ha subrayado que el número de habitaciones se podría ampliar en función de las necesidades.
En los hoteles han pasado la noche 8 personas de 3 unidades familiares que no han podido entrar a su vivienda. Además, otra familia afectada ha sido trasladada al domicilio de un familiar. Igualmente, se ha derivado a una familia con un menor a un recurso municipal en la calle Hermanos Álvarez Quintero.
Un equipo de Samur Social ha permanecido en la zona durante toda la noche para dar asistencia a los vecinos o por si se requiere el traslado de más personas.
El Papa Francisco se solidariza con la tragedia
El Papa Francisco ha trasladado su “cercanía y afecto” a Madrid “en estos duros momentos” a través de un telegrama enviado por la Secretaría de Estado del Vaticano, en el que se dirige al arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro, al clero y a “todos los hijos de ese amado pueblo”.
El Pontífice “eleva oraciones al Señor y encomienda muy especialmente a su misericordia el eterno descanso de las víctimas, así como a los heridos y a sus familias”.
Asimismo, pidiendo “la maternal intercesión de Nuestra Señora de la Almudena”, imparte “la confortadora bendición apostólica, como signo de esperanza cristiana en el Señor Resucitado”.