Incluso en mitad de la pandemia y con una fuerte reducción de aforos, la hostelería madrileña sigue sumando nuevos protagonistas.
Pero tampoco podemos olvidar todos aquellos establecimientos que quedaron en el camino. Esos que la pandemia se ha llevado por delante y nunca más volverán a abrir sus puertas.
Por ello, es obligatorio extremar las medidas de higiene y seguridad para no sumar contagios en esta tercera ola. Y estas direcciones cumplen con todos los requisitos para disfrutar de manera segura.
Os presentamos locales de renombre, pero también pequeños proyectos que irán asentándose en los próximos meses. Tocando madera, por supuesto, para que la pandemia lo permita.
Pilar Akaneya
Nada más cruzar la puerta de entrada del restaurante Pilar Akaneya palparás el ambiente nipón: recibimiento en kimono y tradicional saludo del país asiático.
Los responsables, Chiho Murata e Ignasi Elías, ya abrieron un primer local en Barcelona y ahora se aventuran con el primer sumibiyaki de la capital madrileña. El sumibiyaki es un tipo de barbacoa casera con una parrilla de carbón vegetal, y no es lo mismo que el famoso yakiniku, ya que se refiere a cualquier comida asada sobre el ‘sumi’.
Aquí encontrarás la mejor carne de wagyu certificada, pero también una línea de postres que roza la perfección. En su carta disponen de porciones de Crown Melon, el melón más caro del mundo, y pueden presumir de ser el único restaurante que lo sirve en Europa.
Además, disponen de dos menús degustación exquisitos, entre los que se suceden una galería de platos, algunos cocinados y otros a falta de un golpe de calor.
Se encuentra en la calle de Espronceda 33, al lado de Gregorio Marañón.
Doppelgänger
Doppelgänger es una sucesión de sabrosos platos, todos ellos sorprendentes y transfronterizos.
Samy Alí cerró La Candela Restò porque se dio cuenta de que ese no era su camino, no era el tipo de restaurante que quería regentar, y además no había manera de reconducirlo.
Sin embargo, el 2021 es su año y ha vuelto a la hostelería para quedarse. Ha abierto un puesto de mercado confeccionado a su manera: mucho trabajo y materia prima de origen humilde son las claves del local.
Si tienes el placer de visitarlo, podrás ver con tus propios ojos como es un rincón sin fronteras entre la cocina y el comensal, libre de muchas cargas innecesarias. Suele estar hasta los topes, ¡que no se te olvide reservar!
Se localiza en el Mercado Antón Martín, ubicado en la calle de Santa Isabel 5, al lado de la parada de metro de Antón Martín.
NaDO
Iván Domínguez vuelve a Madrid con NaDO. Un restaurante de aire desenfadado nacido en tierras gallegas, en A Coruña, y que ya tiene su versión en Madrid.
Para acceder al comedor principal, tendrás que atravesar una puerta de aire rural y la cocina del restaurante. Sí, sí, pasarás entre los fogones de la mismísima cocina. Y si tienes suerte, también podrás encontrar mesa a escasos metros de los cocineros.
La carta es un viaje atlántico con la mirada puesta en sus raíces: del llostto de centollo hasta la zorza de porco celta, pasando por una fabas de Lourenzá. Una selección de platos tan atractiva a la vista como sabrosa al paladar.
Es muy recomendable el menú degustación para una primera visita: ameno, gustoso, cargado de contrastes y acidez. Combínalo con alguna de sus etiquetas D.O, embotelladas exclusivamente para NaDO.
Se sitúa en la calle de Prim 5, entre Banco de España y Recoletos.
Sagrario Tradición
Sagrario Tradición es una deliciosa casa de comidas diseñada por el viticultor y cocinero vallisoletano Nicolás Marcos.
Se trata de un local mitad restaurante, mitad wine bar. El puchero y las brasas se reparten el protagonismo de la carta, pero ya en la mesa quizás sus vinos roben más de un plano a las viandas. Una bodega llena de sorpresas, de referencias difíciles de encontrar, inéditas por esa zona de la capital.
Los cimientos de este establecimiento se sostienen sobre platos tan típicos como los callos, los torreznos, las ancas de rana, los embutidos caseros, los caracoles en temporada o el conejo a la madrileña.
Pero también encontrarás bocados tan poco habituales como la lengua de cerdo ibérico o la careta de cochinillo.
Se ubica en la Plaza Valparaíso 3, al lado de la parada de Colombia.
Marmitón
Marmitón es un acogedor bistro a cargo de los jóvenes chefs Pedro Sánchez y Lalo Zarcero. Y te aseguramos que siempre saldrás feliz de él.
Comenzó siendo un restaurante oculto, medio escondido, pero unos meses después ya se ha convertido en un secreto a voces para los innovadores y aficionados al buen comer.
Elaboran recetas tradicionales empleando las técnicas de siempre -fermentación, ahumado y encurtido- y obteniendo un resultado final completamente nuevo. Las creaciones se rigen por la temporada y, en la medida de lo posible, del producto local.
En la carta puedes encontrar desde un rodaballo con crema de brócoli hasta unas croquetas de espinacas y cabrales, pasando por un steak tartar con aliño de kimchi, unos tortellini de boniato o un cochinillo a baja temperatura con ciruelas y puré de zanahoria.
Se encuentra en la calle de las Aguas 6, muy cerca de La Latina y Puerta de Toledo.
Il Giro in Tandem
El Grupo Triciclo es el artífice de este exitoso restaurante que ofrece una gustosa cocina italiana, con sabores y ecos de trattoria en un horario ininterumpido.
Javier Goya y todo su equipo se aventuran a interpretar y crear a su manera unas cuantas recetas transalpinas. No te vayas sin probar el vitello tonnato, el ragú de la salsa boloñesa, la caponata, el tartar de solomillo a la piamontesa o el tiramisú.
También puedes degustar gran variedad de pizzas -entre ellas una opción veggie y la posibilidad de masa sin gluten-, pastas, carnes y hasta un menú cerrado por 35€.
Para que la comida baje de maravilla, una escueta pero interesante selección de vinos italianos. Y, por supuesto, cuentan con la posibilidad de llevártelo a domicilio.
Se localiza en la calle de Santa María 39, al lado de Antón Martín, en pleno barrio de Las Letras.
