Las cafeterías son un refugio, un lugar en el que encontrar esa tranquilidad que vamos buscando. Pero también son un punto de encuentro con amigos o incluso espacios de trabajo.
Hace tiempo que las cafeterías de la ciudad de Madrid ofrecen mucho más que un café de calidad, bollería artesanal y wifi gratis.
En esta lista encontrarás rincones que te dejarán con la boca abierta, con una decoración cuidada y una personalidad única. Tanto que te costará poco trabajo entrar en ellos, pero mucho conseguir salir.
¡Allá vamos!
Café del Art
Sandra y Edgar, de origen portugués, han hecho realidad su proyecto más anhelado en esta cafetería. Ellos saben lo que es tomar un buen café, pues llevan una década trabajando el producto en el Mercado de San Miguel.
El espacio simula una acogedora cápsula del tiempo. Grandes plantas, ladrillo visto, madera por todas partes, mobiliario vintage… todo en uno y perfectamente coordinado en este oasis llamado Café del Art.
El café lo preparan de casi todas las maneras posible: espresso, filtro batch, infusionado -kalita o sifón-, iced latte y mucho más. Además, lo acompañan de una tarjeta con las notas de cata y las particularidades del origen elegido.
Si a esto le sumas una gran variedad de tés, ricas tostadas, pastéis de nata -los míticos pastelitos de Belém, vino de Oporto y sangría casera, el resumen es que cuesta trabajo marchar pero ningún esfuerzo volver.
Se localiza en la Plaza de Cascorro 9, al lado de La Latina, en pleno Rastro de Madrid.
Lolina Vintage Cafe
En pleno corazón de Malasaña se localiza este coqueto local, rebosante de colorido y buen rollo.
Lolina Vintage nos traslada a otra época, con un aire indudable a la serie ‘Cuéntame’. El espacio está lleno de colores, luz, flores, objetos antiguos y un ambiente musical retro.
Tiene dos plantas, iluminadas con lámparas recuperadas de rastros, mercados y anticuarios. Además, está decorado con muebles de los años 50, 60 y 70 y hasta el papel pintado de sus paredes desprende un acogedor aire vintage.
Su propuesta gastronómica es variada y muy apetecible. Desde desayunos -por 2’50€ puedes personalizarlos- y opción de brunch hasta una deliciosas meriendas plagadas de suculentas tartas.
Tampoco faltan los zumos, batidos, tés y cafés. Pero no te puedes ir sin saborear alguno de sus cócteles, especialmente el de mojito de fresa, ni su marca de la casa, el vermut llamado ‘Lolina’.
Se encuentra en la calle del Espíritu Santo 9, al lado de Noviciado.
Coco Mocca
La pandemia no ha sido capaz de eclipsar aperturas tan llamativas y agradables como la de Coco Mocca, una de las cafeterías más fotogénicas de todo Madrid.
El alma de este proyecto son los hermanos Gerson y Lizzeht Ramírez, criados en Honduras, los cuales decidieron hacer realidad su sueño: un local donde ir a disfrutar y recuperar ese espíritu.
Es un espacio diseñado y decorado por Joaquín Rivero en el que el color rosa es el protagonista. Hasta las flores, hortensias y rosas se encuentran en este mismo tono y en blanco, aportando vida y magia al local.
Encontrarás multitud de objetivos puestos sobre sus paredes forradas de flores, su cabina de teléfono a lo ‘London Calling’ traída desde Reino Unido y su decoración en terciopelo rosa y tonos pastel. En definitiva, el perfecto ‘photocall’ para triunfar en Instagram.
Apenas lleva unos meses abierta en el barrio de Arganzuela y ya son muchos los influencers que se han dejado caer por allí. Te recomendamos que vayas con tiempo, porque se forman unas colas interminables.
Se sitúa en el Paseo de las Acacias 49, entre las paradas de metro de Pirámides y Acacias.
The Little Big Café
Este ‘pequeño gran café’ es una muy buena opción para tomar un café, desayunar, tomar el brunch, comer, merendar o cenar temprano.
Todo está de diez, pero sus hits se hallan en la repostería: carrot cake, tarta Guinness, crumble de frutos rojos, tarta fudge de chocolate con pistacho, tarta de queso, crinkles de chocolate, tiramisú o biscote de avellana.
Mientras tanto, la carta líquida contempla café, infusiones, smothies y cervezas artesanales. Además, junto a la barra han instalado un autoservicio de agua a modo de grifo para uso y disfrute de los clientes.
La traca final es que aceptan pedidos de tartas por encargo y catering a domicilio a gusto del cliente. Y un puntazo es que su carta también tiene en cuenta a los veganos y celíacos.
Si tienes el gusto de visitarlo, te aseguramos que no querrás volver a perder de vista su preciosa nube floral ubicada en el techo.
Se halla en la calle de Fernández de los Ríos 61, a medio camino entre Moncloa y Quevedo.
Agrado Café
Agrado Café se ha convertido en la sensación entre los vecinos del barrio de La Latina. Se trata de una de las últimas aperturas de la sorprendente y renovada Plaza de Cascorro.
John Miller y Samuel Vivas levantaron este luminoso espacio con un atractivo interiorismo que firma Kando Studio. Los murales corren a cargo de Koral Antolín y son uno de los ejemplos que evidencian que los detalles importan.
Te aseguramos que seas más o menos goloso, y más o menos de meriendas a media tarde, una porción de alguna de sus tartas resulta irresistible. Las mejores son la tarta de zanahoria, la cheesecake de guayaba y el pie de maracuyá.
Sirven café ecológico y lo mejor de todo: un delicioso brunch todos los días, sin importar la hora a la que lo pidas. Además, en la carta hay opciones para celiacos y veganos.
Se ubica en la calle de Embajadores 14, al lado de La Latina.
Pum Pum Café
Los dueños de Pum Pum Café han reconvertido una carnicería en una coqueta cafetería de estilo rústico y aire neoyorkino.
Bienvenidos a este acogedor lugar con ladrillo visto y vigas descubiertas de madera. Aquí trabajan con productos ecológicos y tienen un fuerte espíritu vegano y colaborativo.
No te defraudarán sus tostadas caseras, sándwiches, hamburguesas veggie ni su copioso brunch. Este último es el principal causante de su fama, pero entre semana el tirón lo tienen sus meriendas con café, tés y dulces.
Podrás degustar alguno de sus croissants rellenos de pistacho o de praliné de almendras; sus rolls de calabaza, canela y cardamomo o los de plátano, dulce de leche y coco. Y la estrella de la carta: el strudel de manzana casero.
Se localiza en la calle Tribulete 6, a escasos metros de la Plaza de Lavapiés.
Faraday
Rodrigo y Michelle se conocieron trabajando en una tienda de discos. Un encuentro un tanto cinematográfico que, con el paso del tiempo, dio lugar a esa ecléctica idea que hoy es Faraday.
Este establecimiento es mucho más que una tienda de cosas monísimas. Porque también es un rincón para melómanos, con vinilos originales que son auténticas joyas, y multitud de libros.
Pero la realidad es que se trata de un café con repostería casera. Prueba sus trufas de chocolate belga, perfectas para complementar al café, o una porción de sus magníficas creaciones de bizcocho o brownie.
Uno de esos sitios a los que vas a desayunar o merendar tranquilamente y sales con las manos cargadas de cosas singulares: desde bisutería hasta piezas de decoración vintage, e incluso muebles.
Se encuentra en la calle de San Lucas 9, en el barrio de Chueca.
