Azoteas con vistas espectaculares, terrazas llenas de encanto, rincones secretos para tomar unas cañas… Madrid cuenta con lugares idílicos dignos de descubrir.
En este artículo hacemos un recorrido por los patios ocultos más bonitos y menos conocidos de la ciudad. Sí, hablamos de esos espacios escondidos entre cuatro paredes que poco tienen que envidiar a algunas de las mejores terrazas de la capital.
¿Te apuntas?
El Sainete
Si te gusta la buena cerveza, has dado con el lugar correcto.
El Sainete no ofrece un amplísimo catálogo de cervezas artesanales, sino que lo hace en un precioso y recogido patio en pleno corazón de Ponzano. Y si eres fan de la espuma, no te preocupes, porque las creaciones de Fran Vicente siempre van en su punto ideal.
Y si la galería de cervezas te enamora, espérate a probar alguno de sus platos. Encontrarás desde un delicioso rodaballo con cítricos hasta un bao de chilli crab. Un tipo de bollo al vapor relleno con cangrejo de caparazón blando, para entendernos.
Lo encontrarás en la calle de Ponzano 6, al lado de Alonso Cano.
La Tita Rivera
La Tita Rivera, que no Cervera, se encuentra en el patio interior de un bar restaurante localizado en pleno barrio de Chueca.
El horario es tan amplio que puedes pasarte tanto a desayunar como a la hora de comer o cenar. Los fines de semana es cuando alcanza su momento de ocupación máxima, gracias a su delicioso brunch.
Su especialidad son los ‘casis’, unos bollos rellenos de gambas al ajillo, secreto ibérico y pulpo. Pero tienen muchísimas opciones más, entre las que destacan las ensaladas, los burritos y los platos para compartir.
Si te apetece únicamente pasar la tarde tomando algo, puedes probar sus famosas latitas. Una original forma de servir tinto de verano, sangría, sidra, cerveza y bebidas energéticas de frutas naturales. Eso sí, ¡ve con tiempo!
La encontrarás en la calle de Pérez Galdós 4, al lado de Fuencarral y muy próxima a Gran Vía.
The Chapel
Es el secreto mejor guardado del restaurante Sin Sombrero.
Se trata de un rincón que merece la pena descubrirla en persona, así que solo te diremos que la terraza no está a la vista de todos. Se encuentra oculta en el patio de una iglesia evangélica alemana, al lado del Paseo de la Castellana.
Y todo ello rodeado de plantas y palmeras, con butacas de ratán al más puro estilo colonial y lucecitas verbeneras que generan una atmósfera muy cálida y acogedora.
Se ubica en el Paseo de la Castellana 6, al lado de la Plaza de Colón.
Café Bistrot del Instituto Francés
El Café Bistrot es un pequeño y coqueto café situado dentro del propio Instituto Francés de Madrid.
En verano se puede disfrutar de su terraza, localizada en el patio del edificio que ocupa esta institución. Un lugar tranquilo e inspirador del que no querrás salir cuando lo conozcas.
En el desayuno ofrecen unos deliciosos croissants, pasteles y tartas. Pero a la hora de comer suben el nivel con la quiche Lorraine o y las baguettes rellenas.
Además, cuentan con un sencillo menú del día pero que siempre incluye alguna delicia típica francesa, como ratatouille o croque Monsieur. Este menú cuesta tan solo 12’90€.
Se localiza en la calle de Marqués de la Ensenada 12, al lado de Colón.
Saporem
Saporem tiene algo especial que provoca que siempre quieras volver. ¿A qué esperas para comprobarlo tú mismo?
Quizás sea su discreta iluminación, que emana de originales lámparas y baña esta terraza de mesas metálicas y suelos de madera. Pero no todo va a ser decoración en este original patio interior, ¡también se come de maravilla!
Su carta está llena de platos que mezclan la buena costumbre del picoteo con platos inspirados en cocina tradicional. No te vayas sin probar sus famosos rollitos de pollo con mango, salsa de pepino y menta.
Otro rincón secreto localizado en Chueca. Esta vez en la calle Hortaleza 74.
MO de Movimiento
La sostenibilidad, la responsabilidad medioambiental y la inclusión social son los pilares sobre los que se levanta este ambicioso espacio: MO de Movimiento.
Su luminoso patio interior es uno de los refugios más agradables que vas a encontrar en la capital madrileña. Un lugar que parece venir del futuro, pero que debería estar cada vez más implantado en el presente de la restauración madrileña.
Detrás se encuentra el sello de Proyectos Conscientes, iniciativa empresarial de Javier Antequera, fundador de Lateral, y Felipe Turell, ex director del hotel URBAN.
Se sitúa en la calle de Espronceda 34, entre Ríos Rosas y Gregorio Marañón.
Benares
Benarés es el restaurante indio más ambicioso y lujoso de la capital madrileña. Su propietario se llama Atul Kochhar, un indio nacionalizado británico que ha querido renovar la cocina de su país natal.
Hay que partir de la base de que la auténtica cocina india no son solo los curries, sino que este enorme país tiene platos muy diferentes en función de las zonas y las influencias religiosa. En este local probarás platos tradicionales indios incorporados con algunos productos locales, pero siempre manteniendo su esencia.
Sus elaboraciones elabores están repletas de sabor, intensidad y respeto por la materia prima, que se acompañan con especias que la refuerzan y no la enmascaran. El menú degustación, por 55€, es una buena opción.
Lo encontrarás en la calle de Zurbano 5, en Alonso Martínez.
El Lugarcito
Lola llamó a su casa de comidas para llevar ‘El Lugarcito’. Un nombre más que acertado, ya que es un espacio pequeño, humilde y acogedor como ninguno.
Solo tendrás que caminar hasta el fondo del local para descubrir su jardín secreto, donde comerás de maravilla. Podrás elegir entre sus mejores guisos, zumos y ensaladas nutritivas. Todo elaborado a partir de productos que compra en los comercios vecinos.
Su propietaria, Lola Beneyto, es tan sumamente agradable, tierna y solidaria que se ha convertido en uno de los rincones más queridos del barrio.
Está escondida en un patio trasero de Conde Duque. Como con estos datos es imposible que la encuentres, ahí va la dirección: calle del Noviciado 9.
Doña Tecla
Junto al Paseo de la Castellana se encuentra un elegante restaurante que a su vez actúa como paraíso de la tranquilidad, donde serás capaz de olvidarte del ajetreo de la ciudad.
Doña Tecla es uno de los locales más eclécticos de Madrid, con una carta llena de sabores y platos tradicionales que serán un acierto tanto en una comida informal como de trabajo.
Pero su punto fuerte son los 200 metros cuadrados que tiene de jardín y terraza. Con suelos de madera, bambús, olivos, palmeras y un sinfín más de plantas, que se fusionan con un ambiente mágico creado por las velas y los complementos de colores vivos. Te transportará directamente a Balí.
Este paraíso del color se halla en la calle del Pintor Juan Gris 2, en Cuzco.
