Cinco horas con Mario y una eternidad con Lola Herrera

Miguel Delibes es el creador de una de las novelas más importantes de la narrativa contemporánea española: Cinco horas con Mario. Una obra escrita en 1966 y llevada al teatro trece años más tarde.

Ha pasado casi medio siglo desde su estreno, el 26 de noviembre de 1979 en el Teatro Marquina de Madrid, y el personaje de Carmen Sotillo sigue teniendo la misma fuerza que el primer día.

Culpa de ello la tiene la gran Lola Herrera, que tras más de treinta años haciéndolo, vuelve a encarnar -de manera sublime- el papel de su vida.

Tras agotar todas las localidades hasta el 21 de marzo, el Teatro Bellas Artes ha anunciado hoy que sacan a la venta las entradas para la nueva temporada, que dará comienzo en septiembre de este año.

En este artículo hacemos un pequeño resumen de la obra y te contamos los entresijos de la vida y obra su autor, su actriz protagonista y todo el equipo técnico y artístico.

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Lola Herrera

Cinco horas con Mario y una eternidad con Lola Herrera

Lola Herrera no necesita más que un escenario desnudo sobre el que pisar. Ella se encarga de llenarlo sin más alardes que su sola presencia.

El personaje de Carmen Sotillo cambió el rumbo de su carrera hace más de cuarenta años, cuando se subió por primera vez a las tablas de un teatro para darle vida.

En 2005, Lola se despidió de Carmen pensando que sería para siempre. Pero la vida da muchas vueltas y, con con motivo del 50ª aniversario de la edición de la novela, se plantó de nuevo en su vida en 2016.

Parece un papel hecho a su medida. Tanto, que te hace dudar si Lola Herrera fue la apuesta perfecta para encarnar a Carmen Sotillo o, por el contrario, Carmen Sotillo nació para que Lola Herrera le diese vida.

Sea como fuere, la cuestión es que asumen tal grado de simbiosis que es imposible pestañear un solo momento en toda la obra. El ritmo no decae en ningún momento, consiguiendo el equilibrio perfecto entre el punto humorístico y la emoción.

Una interpretación sobria, elegante, profunda y lo más importante de todo: con una verdad adquirida que hace que sea orgánica de principio a fin. Ochenta minutos de actuación sublime que se hacen cortos y que, seguramente, todos los que han tenido el placer de verla compartan la valoración excelente que se merece.

Hasta el propio Miguel Delibes dijo en una entrevista hace años que “haría eterna a Lola Herrera para que siempre representara esta obra”. Un resumen perfecto para la grandísima actriz que siempre ha sido y siempre será Lola Herrera.