El estallido de la pandemia ha disparado el consumo de ciertos medicamentos entre la población. Se tratan de los ansiolíticos, somníferos, multivitamínicos y equipos de protección individual que se han convertido en los productos más demandados en las farmacias españolas.
Según un informe de Tendencias Cofares2, ya en julio se identificó un aumento de la demanda de los suplementos vitamínicos, mientras se registraba un decrecimiento de los protectores solares durante el periodo del confinamiento domiciliar. Ambos casos estarían influenciados por el aislamiento y una mayor preocupación por el autocuidado relacionado con la falta de sol.
La demanda de suplementos vitamínicos creció un 34,5% en el periodo del 15 de marzo al 14 de abril 2020, periodo que coincide con el primer estado de alarma y sucesivo confinamiento.
En la segunda ola, coincidiendo con la etapa otoñal, el consumo de vitaminas también ha crecido. Según el estudio elaborado por Cofares, durante el periodo de septiembre a noviembre de 2020 se ha observado un “incremento de un +8,4 % en la demanda de productos vitamínicos y multivitamínicos con respecto al mismo periodo del año anterior, con 830.000 unidades.”
El confinamiento provocó una alarmante carencia de vitamina D
Dentro de la categoría de vitaminas y suplementos se incluyen complejos
multivitamínicos se encuentran aquellos fármacos que contienen vitaminas A, B6, B12, C y D. Este tipo de suplementos actúan reforzando el sistema inmunológico algo esencial para los ciudadanos en tiempos pandémicos.
Según un estudio español publicado en la revista científica Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, realizado con 216 pacientes hospitalizados por coronavirus en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, revela que durante la primera ola más del 80% de afectados presentaba carencia de vitamina D. Una de las causas principales de este terrible dato fue la falta de sol al no poder salir a la calle desató esta falta vitamínica.
La “fatiga pandémica” y el “estrés crónico”
La Organización Mundial de la Salud ha descrito el concepto de “fatiga pandémica” como una respuesta natural y esperada a una crisis de salud pública prolongada, especialmente ante la gravedad y la escalada de la pandemia provocada por el coronavirus.
La OMS alerta sobre como afectan las medidas invasivas con un impacto sin precedentes en la vida diaria de todos los ciudadanos, incluyendo aquellos que no han sido afectados directamente por el virus.
Del mismo modo, los expertos aluden al concepto de “estrés crónico” como el estrés continuado generado por la situación de la pandemia que describe el empeoramiento de los casos a medida que va pasando el tiempo.
Estso conceptos “ayudan a poner nombre a la situación emocional actual”, según la psicóloga sanitaria y forense, Terapeuta Familiar y Psicoterapeuta EuroPsy, Certificación Psicóloga Europea especialista en Psicoterapia – EFPA, European Federation of Psychologists’ Associations, Marta de Prado.