El Ayuntamiento de Madrid ha dado luz verde al contrato de remodelación del eje Francisco Silvela-Joaquín Costa y su entorno, entre las calles María de Molina y Juan de la Cierva, tras el desmontaje del scalextric preexistente en este mismo espacio, y las obras arrancarán en abril.
Según ha indicado en rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno la portavoz del Gobierno municipal, Inmaculada Sanz, los trabajos supondrán una inversión municipal de 10,2 millones de euros, serán ejecutados por el área de Obras y Equipamientos y tienen un plazo previsto de nueve meses.
El proyecto de reurbanización transformará la zona antes ocupada por el viaducto en un bulevar que hará ganar al peatón 5.420 metros cuadrados, un 20 por ciento más de la superficie actual.
El nuevo bulevar contará con tres carriles por sentido más dos carriles adicionales para autobuses y taxis. Ambas calzadas estarán separadas por una mediana ajardinada. Asimismo, se han proyectado sendos carriles bici unidireccionales separados de la calzada mediante un parterre ajardinado.
La acera peatonal, de 4,8 metros de anchura, se distribuye en dos franjas: una de 1,8 metros con pavimento diferenciado que sirve para albergar la alineación de árboles existentes, así como para la instalación del distinto mobiliario urbano y otra de tres metros con enlosado prefabricado granítico.
Respecto a la glorieta de López de Hoyos, esta cambiará su disposición geométrica actual por necesidades del tráfico, priorizándose el movimiento principal del eje Francisco Silvela-Joaquín Costa.
Así, los anillos concéntricos serán perpendiculares a la calle López de Hoyos y se mantendrán dos carriles con sendas isletas centrales. De esta forma, se dará lugar a un importante aumento en la anchura de las aceras en toda la extensión de la glorieta, llegando en algún punto hasta los 16 metros.
En el tramo de la calle López de Hoyos afectado, las obras consistirán en la renovación de los pavimentos, que tendrán unas características similares a las calles antes descritas. La calzada contará con dos carriles por sentido sin separación física.
Al este de la calle Príncipe de Vergara se remodelará la intersección con una nueva configuración viaria que dará lugar a un nuevo espacio estancial para el uso y disfrute de los vecinos.
La intervención en la zona incluirá la remodelación del primer tramo de la calle Gabriel Lobo, donde se renovarán los pavimentos existentes. La distribución de esta calle incluye un carril de un único sentido, aparcamientos en línea a ambos lados y aceras de anchura variable cercanas a los dos metros.
Asimismo, se reformará la plaza de la intersección con la calle Duque de Sevilla, en la que se recolocará el mobiliario urbano y se añadirán nuevos elementos.