Sería una exageración decir que Madrid no existiría sin Antonio Palacios. Sin embargo, es una realidad que Madrid no sería tal y como la conocemos sin la enorme contribución del arquitecto.
Palacios cambió por completo la morfología de nuestra ciudad. Y lo hizo con edificios tan emblemáticos como el Círculo de Bellas Artes, el Palacio de Telecomunicaciones, el actual Instituto Cervantes, el Hospital de Maudes, la Casa Matesanz o la Casa Palazuelo, entre muchas otras.
Además, se encargó de todas las primeras infraestructuras del Metro de Madrid y realizó varios proyectos de reforma urbanística sobre la ciudad. Por ejemplo, fue el diseñador de las estaciones de Chamberí y Tirso De Molina.
En resumidas cuentas, Antonio Palacios fue un referente y una gran influencia para las siguientes generaciones de arquitectos. A continuación, te contamos más detalles sobre esos edificios que llevas viendo toda la vida.
¡Comenzamos!
4Estaciones de Chamberí y Tirso de Molina
La estación de Chamberí, cerrada desde 1966, fue diseñada por Antonio Palacios y después de décadas de abandono ahora, a través de visitas guiadas, se pueden volver a contemplar los acabados coloristas y luminosos.
Antonio Palacios se encargó del diseño y la decoración de las estaciones, los pasillos, andenes y bocas de acceso. Las antiguas señalizaciones, azulejería y la publicidad, tal como se concebía en la década de los años veinte, perdura en esta estación, más conocida como la estación fantasma.
La estación de Tirso de Molina, otra de las gradezas de Antonio Palacios. Como el resto de estaciones situadas en plazas abiertas, su boca de acceso contaba con un poste anunciador que se erigía sobre una sólida balaustrada de granito, todavía conservada hoy día.
En el interior aún mantiene parte del diseño y la decoración original, como el techo abovedado revestido de azulejería blanca y cenefas decoradas o el escudo de cerámica vidriada con reflejos de oro y cobre situado sobre la entrada del andén.