Nada más cruzar el umbral de la puerta de estas tiendas, creerás estar entrando en una casa de pueblo. Realmente son una serie de comercios modernos que recuperan el espíritu de los oficios artesanos.
Te invadirá una intensa sensación de nostalgia y melancolía. Sobre todo si, como tantas personas, tienes pueblo y lo echas de menos. Una vez dentro, consiguen traernos recuerdos de familia y anécdotas de otra época y, de paso, trasladarnos hasta un lugar común: la casa del pueblo.
Si eres de los que nunca tuvo pueblo, esta es una magnífica forma de acercarte a esa realidad rural que tanto nos cautiva. Y que tanto echamos de menos, sobre todo en esta época.
¡Comenzamos la ruta!
5Javier S. Medina
Ni los neoyorquinos son capaces de resistirse a los trofeos ecológicos, sostenibles y entrañables que fabrica este artesano extremeño afincado en Malasaña.
Su tienda taller, localizada en una antigua cochera, es como un museo de las tradiciones convertidas en arte del siglo XXI. Solo trabaja con materiales naturales, como el esparto con el que crea las cabezas de animales, y el mimbre de sus espejos, también icónicos al otro lado del Atlántico.
Así es como ha recuperado los oficios de antaño, el de espartero y cestero, trayéndolos hasta el momento presente. Su estilo ha gustado tanto, que no son pocas las imitaciones que se pueden encontrar por ahí, pero ninguna tiene ni el carácter artesano ni original de las suyas.
Se ubica en la calle del Escorial 28, al lado de la parada de Noviciado.