Iglesias llama a parar las” barbaridades” de la ultraderecha en las urnas

El candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha asegurado que no se puede normalizar a la “ultraderecha” y sus “barbaridades”, como poner en duda las amenazas de muerte que recibió ayer, y que “cualquier demócrata” tiene que entenderlo. Por tanto, ha exhortado que se les tiene que derrotar en las urnas aparte de interponer denuncias.

“Ayer fueron balas de Cetme. Mañana qué va a ser”, ha declarado a los medios de comunicación después de abandonar el debate organizado por la Cadena Ser, después de que la cabeza de lista de Vox, Rocío Monasterio, se haya reafirmado en que no cree sus amenazas de muerte y decirle “que se largue.

El también secretario general de Podemos ha recalcado que se trata de unas amenazas “graves” y que es un “error” pretender discutir con normalidad con la “ultraderecha”, como tampoco se puede aceptar “ni el racismo y el fascismo”.

“No puedo estar en un debate quien pone en cuestión amenazas, cualquier demócrata lo debería entender”, ha insistido para avanzar que va a interponer en breve con su equipo jurídico una denuncia y espera que “esta vez se produzcan detenciones”.

Y es que ha subrayado que aún no ha habido arrestos por el ataque que sufrió la sede de Podemos en Cartagena y que también se fue “de rositas” el exlegionario que disparó munición real a fotografías de varios cargos políticos, entre los que figuraba él.

El cuestionar dichas amenazas por parte de Vox es un “paso más” en esa escalada de ataques que recibe de la ultraderecha, que le han insultados con pintadas de “rata” cuando estaba de vacaciones el pasado verano, y que en las elecciones del 4 de mayo tienen que para esta dinámica “en las urnas”.

“Hacen un daño enorme a la democracia y aunque denunciemos en los juzgados, esto hay que pararlo en las urnas”, ha proseguido para incidir en que “lógicamente” está preocupado por recibir estas amenazas “muy graves”, aparte de censurar la “propaganda nazi” que ha instalado Vox contra los menores extranjeros no acompañados.