El Museo de la EMT reabre este sábado sus puertas. Allí, 44 autobuses históricos esperan llevar a los madrileños por la historia de la capital a través de su transporte público.
Recorre la historia de cómo estos vehículos revolucionaron la vida de los madrileños y descubre los míticos autobuses que formaron parte de todas las postales de aquel Madrid de ataño.
LOS ANIMALES, CLAVES EN EL TRANSPORTE PÚBLICO MADRILEÑO
Una mañana de 1871 se puso en marcha la primera línea de tranvía en Madrid. Esta pionera hacia el recorrido que unía el barrio de Salamanca con Arguelles. Con ella quedaría inaugurado el transporte público en la capital.
Sin embargo, antes de su llegada, ya una serie de vehículos públicos recorrían las clases de Madrid. Estos eran los conocidos como ómnibuses.
El ómnibus fue el precursor del tranvía de mulas. Ambos compartieron recorridos en los últimos años del siglo XIX. Este era un carruaje cerrado tirado por dos caballos. Con el tiempo se le añadió un piso arriba conocido como ‘imperial’.
los primeros tranvías eran tirados por caballerizas
Tras él llegó el tranvía de tracción animal de dos pisos. Los primeros que circularon en Madrid cubrían la línea Salamanca-Sol-Pozas (Argüelles). También tenía dos pisos, pero era tan poco operativo que acabó siendo desmantelado.
TRANVÍA Y METRO, LOS COMPAÑEROS INDISPENSABLES DE LOS MADRILEÑOS
El primer tranvía eléctrico llegó a Madrid en el año 1898. La implantación de este tipo de vehículos trajo consigo la creación de una red tranviaria donde poder operar.
Estos primeros vehículos eran de color amarillo. Los madrileños, tirando de gracia, enseguida los bautizaron como “los canarios”. Estuvieron en servicio hasta los años 40.
‘los canarios’: los primeros tranvías eléctricos de madrid
La llegada del metro en 1919 supuso una auténtica revolución. El primer tren de metro que circuló por la red madrileña salió de las históricas cocheras de Cuatro Caminos.
Este vehículo estuvo en servicio durante 70 años, lo que le convirtió en el más longevo del transporte público madrileño. Tenía capacidad para 234 viajeros de pie y 48 sentados.
Ambos modos de transporte convivían en la capital. Los que preferían ir por la superficie, optaban por el tranvía. Los que querían subirse a la modernidad, bajaban al subsuelo madrileño para coger aquel primer metro de Alfonso XIII.
ASÍ FUE LA FALLIDA LLEGADA DEL AUTOBÚS A MADRID
Los autobuses aparecieron en los primeros años 20, pero con escaso éxito. El primero de ellos era un Tilling Steven y se puso en marcha en 1922 para hacerle la competencia al metro y al tranvía.
los primeros autobuses no pudieron con los bajos precios del tranvía
Los bajos precios de estos últimos hicieron que no pudieran competir. Por este motivo, estos pioneros autobuses de origen británico solo dudaron 5 años sobre las calles de Madrid. Desaparecieron.
La II República fue la encargada de levantar la fama de los autobuses y devolverlos a las calles de Madrid. El ayuntamiento creó una nueva sociedad de transportes que sería el germen de la actual EMT.
Su gran símbolo: los autobuses de dos pisos al estilo londinense. El proyecto de la Gran Vía trajo la modernidad a Madrid. Era necesario un transporte público a la altura de tal boulevard.
Por ello, a Madrid llegaron los Leyland. Estos hacían los recorridos por las grandes obras urbanísticas del momento. Estas eran la Gran Vía, la Ciudad Universitaria o los Nuevos Ministerios.
LAS ‘CAJAS DE ZAPATOS’, LA ‘ORUGA’ O LOS MÍTICOS BUSES ROJOS DE MADRID
El bus poco a poco fue ganándole espacio al tranvía haciéndole desaparecer por completo. En los años 50 se desmantelaron las grandes estaciones de tranvía como la de la Plaza Mayor. Finalmente, en los años 70 este mítico transporte acabaría por desaparecer.
El autobús llegaba a Madrid para quedarse y, de su mano, nacía la Empresa Municipal de Transportes de Madrid. La primera gran serie de la EMT serían los famosos Pegaso 5022.
la primera gran serie de la emt llegó en 1961
Estos vehículos públicos aparecieron en numerosas fotos y películas del momento. Eran conocidos por los madrileños como ‘cajas de zapatos’, por su forma cuadrada. Era curioso pues muchos tenían distinta carrocería debido a que estaban ensamblados por distintas empresas.
En 1966 llegaría el autobús urbano articulado. Estos vehículos fueron conocidos popularmente como “orugas”. Se instalaron para dar solución a las líneas con mayor demanda. Con ellos nacieron también los primeros carriles bus de la capital, como era el del Paseo de la Castellana.
Otro de los grandes símbolos de la EMT serían los Pegaso 6038. Seguro que muchos de los madrileños de hoy aún recuerdan aquellos autobuses rojos que circulaban por el Madrid de los 80.
Entre 1980 y 1999 llegó a contar con casi 900 unidades. Y circularon en Madrid hasta que en 2008 la EMT renovó su flota con los actuales autobuses azules que hoy cogemos a diario.
EL MUSEO DE LA EMT REABRE SUS PUERTAS
El Museo de la EMT reabre sus puertas para que todos los madrileños puedan recorrer la historia de la ciudad a través de sus autobuses. Un total de 44 vehículos históricos forman parte de esta muestra del patrimonio de Madrid.
Este museo tan especial se encuentra el antiguo Taller General de Operaciones de Fuencarral y ocupa una superficie de 5.000 metros cuadrados. Este taller fue edificado en 1959 y es uno de los pocos ejemplos de arquitectura industria en Madrid que aún se mantiene en abierto.
Aquí se puede encontrar todos estos míticos autobuses que una vez hicieron de Madrid una gran ciudad. La llegada del transporte público a la capital revolucionó la vida de todos y recorrer su historia, es reconocer un legado totalmente importante.
El museo abre sus puertas todos los sábados hasta el 26 de junio. Las visitas están programadas en tres pases. Uno a las 10h, otro a las 11:30h y, el último, a las 13 h. La entrada es gratuita, pero se tendrá que reservar antes en la web del museo.
Saca tu billete y súbete a estos autobuses para recorrer la historia de Madrid. Móntate en aquellos vehículos que formaron parte de la vida cotidiana de todos los madrileños que, alguna vez, pasaron por esta frenética e histórica capital.