El Pleno del Ayuntamiento de Madrid, con el voto favorable de PP, Cs y Vox y el ‘no’ de Más Madrid y PSOE, ha aprobado este martes la nueva ordenanza reguladora del taxi en la capital, que recoge la posibilidad de precio cerrado y prohíbe que los taxistas luzcan camisas estampadas o adquieran licencia aquellos condenados por delito sexual o contra la infancia.
Tras someter la ordenanza al trámite de alegaciones, se recibieron 112 escritos, de los que 100 se correspondían con personas físicas y 12, con personas jurídicas. Se aceptaron total o parcialmente 31 alegaciones que modifican diez artículos de los 62 que tiene la ordenanza sin afectar a su contenido.
En lo que respecta a las enmiendas, se presentaron 51, una a la totalidad por parte de Más Madrid y 50 parciales (22 PSOE, 20 de Más Madrid y 2 de Vox). Se han aprobado un total de 7.
Ahora, cualquier usuario podrá precontratar un taxi acordando un precio cerrado (en el que el taxista podrá aplicar un descuento si así lo determinara el Ayuntamiento) y también será posible reservar una plaza (modalidad de taxi compartido) para su trayecto.
Estas dos fórmulas de contratación previa no serán aplicables cuando el taxi se pare en la calle o en una parada, sino que deberán contratarse previamente y en el caso del taxi compartido, a través de emisora, aplicación móvil u otras plataformas.
Cuando un viajero contrate un servicio de taxi por plaza, facilitará el punto de origen y destino del trayecto, la fecha y hora de su realización, el número de plazas que desea contratar y deberá conocer el precio antes de su realización. Se admitirán paradas intermedias en el trayecto del cliente para permitir la subida y la bajada de otros viajeros que hayan precontratado esta modalidad.
También se incorpora la posibilidad de establecer tarifas fijas en los servicios que tengan origen o destino las áreas de cero emisiones, así como la tarifa fija actualmente aplicable para el aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez.
OCHO PUNTOS POR LICENCIA
Se añade un nuevo artículo, el 70, para asignar una licencia por puntos a cada taxi. Este mecanismo permite aplicar de forma objetiva y transparente las sanciones por reincidencia en los comportamientos punibles que más afectan a los clientes y a la imagen del sector, reduciéndose el número de sanciones que comportan pérdida de puntos (las graves): el incumplimiento del régimen de descanso y del régimen tarifario (engañar al usuario con el precio) y la recogida de viajeros fuera de la parada oficial establecida.
El número de puntos inicialmente asignado a la licencia de autotaxi se verá reducido por cada sanción firme en vía administrativa. El titular de una licencia afectado por la pérdida parcial de puntos recuperará la totalidad del crédito una vez transcurridos dos años sin haber sido sancionado.
Cuando se haya perdido la totalidad de los puntos, se acordará la sanción de suspensión de la licencia y por tanto la inmovilización del taxi (independientemente del conductor) por un periodo de tres a seis meses. Cumplida la sanción de suspensión, el titular de la licencia recuperará los ocho puntos.
MENOS TAXIS POR EXCEPCIONALIDAD
El sector tendrá la posibilidad de iniciar el procedimiento para reducir la oferta en situaciones donde se acredite una disminución de la demanda de clientes superior al 50%, petición solicitada durante los últimos meses por algunas de las asociaciones a consecuencia de los efectos de la pandemia en el sector.
Será el Ayuntamiento el que declare la situación de excepcionalidad para el servicio del taxi. Para ello, el sector deberá acreditar debidamente durante dos meses consecutivos el descenso de usuarios.