El metro vuelve a parar en la Gran Vía. Tras más de mil días cerrada, el 16 de julio la estación abrirá a pleno rendimiento. Tras una inversión de 10,7 millones de euros se ha llevado a cabo una restructuración integral en la arquitectura de la estación. Cabe destacar que por esta parada transitaban 44.000 usuarios al día y más de 16 millones de viajeros cada año, sin embargo, gracias a la nueva conexión que va a tener con la estación de Cercanías Renfe y Metro en Sol, se espera que aumenten en 22.000 diarios más hasta alcanzar los 66.000 usuarios.
La nueva estación contará con una nueva estética en la que destaca un bonito mural de cerámica en el vestíbulo en el que se representa el templete original de acceso a la estación diseñado por Antonio Palacios. Se trata de una obra del artista Miguel Durán-Loriga con más de medio siglo de vida. También contará con un pequeño museo con los restos arqueológicos que han aparecido durante las excavaciones.
Además, la estación contará con un eje vertical con conexión de distintos niveles. El primer piso albergará un nuevo vestíbulo de 2.000 metros cuadrados. Habrá conexiones con la línea 5, la línea 1 y una galería para unir la parada de Metro de Gran Vía con la de Renfe Cercanías Sol. De este modo, se mejorará la seguridad de la estación, ya que dispondrá de dos entradas y salidas, y permitirá unir las dos estaciones de forma subterránea.
La estación también mejorará su accesibilidad con cuatro nuevos ascensores, 13 escaleras mecánicas, 14 nuevas máquinas de venta y 17 tornos de entrada, seis de los cuales serán para personas con movilidad reducida. Precisamente, estos viajeros
encontrarán dispositivos como sistemas de apertura fácil en puertas, tiras antideslizantes en escaleras fijas, etiquetas braille en los pasamanos, señalización de elementos de accesibilidad y pavimentos de tacto visual cerámico para facilitar sus desplazamientos, entre otros.
MÁS DE 800 DÍAS DE RESTRASO
Las obras de la estación de metro de Gran Vía empezaron en agosto de 2018 y desde entonces, la estación ha permanecido cerrada. Los trabajos han durado más de dos años ya que han aparecido múltiples imprevistos históricos, sanitarios y meteorológicos. La estación reabre tras más de 826 días de retraso tras la fecha prevista de finalización de los trabajos al inicio del proyecto. “No ha sido una obra fácil”, ha recalcado la presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Los trabajos de restructuración han sido llevados a cabo gracias a la colaboración
institucional de Adif, Metro de Madrid y la Dirección General de Infraestructuras. Con la obra civil casi concluida, solo faltan los últimos trabajos de revestimientos arquitectónicos que finalizarán el próximo 16 de julio, día que abrirá la estación al público.
GRAN VÍA FUE UAN DE LAS PRIMERAS ESTACIONES DEL METRO DE MADRID
La estación de Metro de Gran Vía es mucho más que una simple parada del suburbano madrileño. Gran Vía fue una de las ocho primeras estaciones con las que contó Metro de Madrid en su inauguración en octubre de 1919, a cargo del Rey Alfonso XIII. Se trata de una estación centenaria que nació con el nombre de Red de San Luis, para cambiar después a su nombre actual. No obstante, durante la época de Franco recibió el nombre de José Antonio, y recuperó de nuevo el de Gran Vía en 1984.
Pero si algo llamaba la atención de esta parada fue el templete del arquitecto
Antonio Palacios, que sirvió de hito de acceso a la antigua estación de Metro. El templete original se construyó en 1920 y se mantuvo allí hasta llegar al año
1970 cuando se desmanteló para su traslado a Porriño, localidad de origen del
arquitecto Antonio Palacios. Precisamente este elemento tan admirado por los madrileños ha sido recuperado gracias a las obras de remodelación. “Hemos acudido a las canteras de Porriño para traer la misma piedra que usó Palacios en su obra original”, ha explicado Díaz Ayuso durante su visita a la nueva estación.