Los auténticos amantes del helado no entienden de estaciones. Hasta en pleno invierno, con 5ºC y una bufanda gigante enrollada al cuello, creen que es el momento perfecto de meterse una buena bola de helado.
Además, es superior a sus fuerzas, porque divisar una heladería es sinónimo de sentir una ganas irrefrenables de devorar, aunque sea, un pequeño cucurucho o tarrina. Y lo sabes.
Sin embargo, ahora nos encontramos en la época perfecta para devorar helados sin miramientos: hasta morir del gusto. En Madrid puedes tropezar con una heladería cada cinco pasos, pero eso no quiere decir que vayas a encontrar casualmente las más exquisitas de la ciudad.
¿Te atreves a conocer las mejores? Estás sobre aviso: no sabrás cómo salir del vicio…
4Maison Glacée
Referente capitalino de la mejor pastelería, Maison Glacée es el nombre del último proyecto de Ricardo Vélez: el chef del cacao. ¡Bienvenido al paraíso de los helados!
Son creados en su laboratorio y fabricados siguiendo un proceso lento: mantecado con leche ecológica y una propuesta de sabores muy atractiva, trabajando siempre con los ingredientes más exquisitos.
La straciatella comparte protagonismo con el mango y el jerez, el caramelo de violeta y las fresas con nata. También encontrarás deliciosas rarezas como pan con chocolate y AOVE, aceituna negra, leche merengada y tocino de cielo.
Si esta breve enumeración os hace salivar, tenéis que conocer el nuevo sello de Ricardo Vélez. ¡La tarrina de medio kilo se te quedará corta! Además, si esto te parece poca cosa, tenemos una sorpresa más: los barquillos se elaboran al momento, en caliente.
Tienen dos locales abiertos: uno se encuentra en la calle de Alcalá 77, muy próximo a la Puerta de Alcalá; y otro se localiza en la calle de Ibiza 42, al lado del metro de Ibiza.