Llega el calor y con él la apertura de las piscinas de la capital. Madrid se vacía y los pocos madrileños que aguantan en la ciudad, buscan un refugio donde poder pasar las altas temperaturas de la mejor manera posible.
Las piscinas municipales son una buena opción para refrescarse. Lo que hoy lo vemos como algo común, no hace tantos años era todo un acontecimiento bañarse en estos lugares. Hoy recordamos la revolución que supuso la apertura de la primera piscina municipal de Madrid: el famoso Parque Sindical.
LOS MADRILEÑOS EN BÚSQUEDA DE UN REFUGIO EN VERANO
Los que conocen Madrid saben que en verano la mayoría de los madrileños huyen de la ciudad. Los que tienen pueblo, aprovechan para visitar a la familia. Los amantes de la playa, viajan hacia la cosa a disfrutar del mar. Los que ni una cosa ni otra, tienen que quedarse en la capital e intentar sobrevivir a las altas temperaturas de la mejor manera posible.
Hace más de seis décadas la cosa no distaba mucho de lo que hoy vivimos, aunque la vida era bastante diferente. Aunque parezca mentira, las piscinas públicas era algo que en aquel tiempo no existía en la capital. La única alterantiva de baño eran las orillas del río Manzanares.
El Régimen de Francisco Franco se encontraba en su máximo esplendor. Para poder ofrecer una alternativa de ocio a los obreros que tenían que pasar el verano en la capital, este diseñó una gran piscina donde pudieran disfrutar de los días libres a un precio asequible.
Así nace el Parque Sindical, situado en el kilómetro 7 de la Carretera de La Coruña. A la orilla del Manzanares, esta piscina destinada al disfrute de los obreros en seguida se ganó la denominación de “la Playa de Madrid”.
LA PISCINA MÁS GRANDE DE EUROPA
El Parque Sindical fue inaugurado por Francisco Franco el 18 de julio del año 1955. Su nombre proviene de que la gestión dependía del Sindicato Vertical. De hecho, había que estar afiliado para poder entrar en ella.
Madrid no tenía piscinas públicas hasta entonces. En el momento en que se abrió, en seguida adquirió una popularidad inmensa. Entre los madrileños era conocida como el “Charco del Obrero”.
La piscina del Parque Sindical fue en su tiempo la más grande de España y la mayor de Europa. Tenía tres platos: uno infantil, otro de nado y uno de recreo que medía 130x52m.
A su alrededor había un complejo lleno de parques y pistas deportivas a la orilla del río Manzanares. Sin duda fue el lugar más popular de Madrid durante más de dos décadas.
TODO MADRID SE CITABA EN EL PARQUE SINDICAL
Si por algo pasó a la historia la piscina del Parque Sindical era por las aglomeraciones que albergaba los fines de semana de los veranos de los años 60. Los precios populares y la novedad la convirtieron en el punto de encuentro favorito de todas las familias madrileñas.
En el Parque Sindical se llegaron a contar más de 30.000 visitantes en un día. Había domingos que llegaban a la cifra de 40.000 madrileños entorno a la piscina. Algo impensable hoy, en época pandémica.
Los madrileños iban hasta Moncloa. Allí cogían un autobús que les dejaba en la puerta del Parque Sindical. Imaginad esta escena, montados en el metro, ataviados de la nevera, la sombrilla y todo lo necesario para pasar el día en la piscina.
Una vez allí, en esta piscina se alquilaban hasta los bañadores. También podías adquirir una mesa y unas sillas por unas pocas pesetas. Después, se desplegaba toda la artillería de tortillas de patatas y filetes empanados mientras los más pequeños disfrutaban del agua.
Y así fue durante décadas un lugar de encuentro y recreo de todos los madrileños. Seguro que los más mayores recuerdan con cariño esa época en la que disfrutaban del verano en la capital.
LA ACTUALIDAD DEL PARQUE SINDICAL
Todavía hoy, más de 60 años después, los madrileños siguen disfrutando de esta piscina. Sin embargo, en la actualidad, tiene otro nombre. El Parque Sindical hoy es el Parque Deportivo Puerta del Hierro.
A partir de su nacimiento, las piscinas municipales empezaron a aparecer en Madrid, restando popularidad a este lugar que se abarrotaba cada fin de semana.
Esta popular piscina sufrió una importante remodelación en los años 80 para convertirla en el actual parque deportivo. Aún hoy se puede disfrutar de esta gran piscina a un módico precio, aunque con el aforo restringido debido a la pandemia.
El Parque Sindical era más que una piscina. Este lugar se convirtió en todo un símbolo de una sociedad que empezaba a dejar atrás una dura época de sufrimiento y empezaba a ver la luz y la modernidad. Seguro que los más mayores aún recuerdan aquellas tardes infinitas de meriendas, neveras azules y baños en el Parque Sindical.