Millones de pies pisan a diario los adoquines de una calle tan mítica como la Gran Vía. La avenida más famosa de Madrid es el epicentro de la capital. Sus edificios son una gran muestra de arte, al igual que lo es la vida que surge sobre ella.
Seguro que has pasado mil veces por el número 32 de la Gran Vía y nunca te has fijado en un pequeño detalle. Sobre su acera, un par de flechas están grabadas en los baldosines. ¿Sabes qué significan? Hoy lo vas a descubrir.
LAS DOS FLECHAS DE GRAN VÍA 32
Para poder contemplar este par de flechas tendrás que caminar por el número 32 de la Gran Vía y dirigir tu mirada hacia el suelo. Allí podremos observar talladas en la acera este par de símbolos.
Ambas flechas miden aproximadamente un metro de longitud. Además, su orientación y su ubicación tienen una explicación que se ha convertido en uno de los secretos más curiosos de la Gran Vía madrileña.
El edificio del número 32 de esta avenida se construyó a comienzos del siglo XX para convertir Madrid en una gran capital europea. Aquí se alojaron uno de los primeros centros comerciales de España: los Grandes Almacenes Madrid-Paris.
En los años 30, este edificio albergaría también la sede de la primera estación de radio privada en España, la de Unión Radio. Con el tiempo esta emisora se convertiría en la actual Cadena SER.
Gran Vía 32 hoy sigue siendo uno de los edificios con más vida de la Gran Vía. Su interior hoy sigue poblado de una gran tienda de ropa que cuenta a diario con miles de clientes.
LAS ESTATUAS DEL CIELO DE MADRID
Los majestuosos edificios de la Gran Vía cambiaron para siempre un Madrid que dejaba atrás los aires de vieja villa para convertirse en una gran y moderna capital.
Pero la Gran Vía es una caja de sorpresa. Su cielo guarda un montón de secretos en forma de estatuas. Estas figuras son protagonistas esenciales de la vida madrileña.
En el techo del edificio del número 32 podemos encontrar una escultura dedicada al Ave Fénix. Si nos fijamos, este Ave Fénix lleva en su lomo a un personaje de nombre. Endimión. Este era un joven pastor reconocido por la mitología griega.
Esculpida por el famoso artista Mariano Benlliure, este también dejo su sello en otras obras como puede ser la Estatua Ecuestre de Alfonso XII en El Retiro.
Justo en el edificio de en frente, en la otra acera de la Gran Vía, encontramos otra estatua. Coronando el número 31 vemos a Diana, La Cazadora. Esta diosa aparece acompañada de cinco perros, lanzando flechas con su arco.
LA HISTORIA DE AMOR DE DIANA Y ENDIMIÓN
La mitología nos cuenta la historia de amor de Diana y Endimión. Una noche de verano, esta diosa observó desde el cielo a un bello pastor llamado Endimión. Este dormía cerca de su rebaño.
Diana se enamoró perdidamente del pastor con tan solo mirarle y quiso besarle de inmediato. Cuando Endimión se despertó se quedó deslumbrado por lo bella que era la diosa. Esta huyó y él creyó que era un sueño.
Noche tras noche se repetía la misma escena. Diana tenía un problema y es que había hecho voto de castidad. Cuando Zeus, su padre, se enteró se enfadó tanto que envió al Ave Fénix a secuestrar a Endimión para que su hija no se acercara.
Diana, sin embargo, no quería renunciar a su amor. Para ello, comenzó a lanzarle flechas al Ave Fénix para rescatar a su enamorado. Esta historia es la que explica el misterio de las flechas de la Gran Vía.
UN AMOR SOBRE EL CIELO DE LA GRAN VÍA
Entonces, estas dos flechas ¿de quién son? Pues no son de otra que de la misma Diana. La diosa que corona el edificio del número 31 de la Gran Vía le lanza flechas a su enamorado, que se encuentra justo sobre el número 32.
Algunas de ellas, caen sobre la acera. Estas son las que se pueden observar paseando por la Gran Vía. Madrid nunca dejará de ser una caja de sorpresas por descubrir.
Pero, ¿de dónde viene esta idea? Pues lo cierto es que esta curiosa historia de amor no ha estado siempre sobre el cielo de la Gran Vía. Menos de una década lleva Diana lanzando flechas para rescatar a Endimión.
El hotel Hyatt de la Gran Vía le encargó una escultura a la arquitecta Natividad Jiménez. Esta se convirtió en la primera mujer en diseñar e instalar una escultura en esta mítica calle madrileña.
De su imaginación nace esta preciosa historia de amor que hace de la Gran Vía un lugar aún más único. Los tesoros de Madrid se esconden donde menos te lo esperas.