El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado de forma inicial en Junta de Gobierno el plan especial que define las condiciones urbanísticas y los parámetros de ordenación necesarios para la construcción de un intercambiador de transporte en superficie en Conde de Casal.
Lo ha anunciado en rueda de prensa la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, quien ha indicado que el promotor será el Consorcio Regional de Transportes de Madrid.
Con él se pretende mejorar, a través de la ordenación propuesta en este plan, las condiciones de accesibilidad a las dársenas de viajeros y mejorar el intercambio modal con la red de Metro, así como plantear una organización más eficaz del servicio de las líneas urbanas de la EMT y de las del servicio interurbano que acceden por la carretera nacional A-3.
La totalidad de la superficie del ámbito afectado por esta iniciativa es de 20.976 metros cuadrados y se encuentra en el tramo viario comprendido entre la glorieta de Conde de Casal y el inicio del paso superior de la Avenida del Mediterráneo, sobre la M-30.
El plan ordena el nuevo intercambiador en tres zonas: una zona de circulación de autobuses, una zona de dársenas y una zona de espera, servicios generales y usos asociados, que incluye locales comerciales y restauración.
En la actualidad, bajo la Plaza de Conde de Casal discurre un paso inferior que conecta la Avenida del Mediterráneo con la A-3, con una sección de dos carriles por sentido, que tiene por objeto dotar de mayor fluidez de tráfico al acceso y salida por la carretera.
El objetivo del plan especial es ordenar de forma coherente todos esos nodos de comunicación. La titularidad del terreno sobre el que se actúa es del Ayuntamiento de Madrid, pues se trata de viario municipal al 100 %.
El documento de evaluación ambiental estratégica solicitado para elaborar el plan recoge que el intercambiador tendrá un impacto positivo sobre el medio ambiente, al disminuir la afección sobre el entorno de la operación de líneas de autobuses, al pasar a realizarse en un recinto separado de los usuarios y de edificaciones próximas. Además, contribuye a favorecer un reparto modal más sostenible.
En cuanto al estudio de Movilidad, Accesibilidad y Tráfico, concluye que la situación tras la finalización de las obras de intercambiador conllevará un ahorro importante del tráfico en todo el entorno y permitirá reducir hasta un 10 por ciento el tiempo de viaje sobre los valores actuales.