El Real Jardín Botánico de Madrid es todo un “museo mutante”. Sus plantas y el efecto que tienen las estaciones del año sobre ellas así lo aseguran. El verano es sinónimo de altas temperaturas, pero con ellas, llegan a este espectacular jardín ciertos visitantes que lo convierten en un lugar único.
La protagonista de esta historia tiene nombre y es ‘Victoria’. Así es conocido al nenúfar gigante que vive en este gran templo dedicado a las ciencias botánicas. Este año, por segundo año consecutivo, nos acaba de regalar a los madrileños un espectáculo que no deja indiferente a nadie.
VICTORIA Y SU FLOR EFÍMERA
Victoria es el nombre del nenúfar gigante que vive en el estanque del Real Jardín Botánico. Tras cuatro años de intentos, por segundo año consecutivo esta planta nos ha regalado una de sus espectaculares flores.
El Real Jardín Botánico ha anunciado que la floración tuvo el pasado fin de semana. El problema es que la flor solo dura un par de días. Sin embargo, a pesar de su corta vida, esta planta es especial.
La flor de Victoria nace de color blanco. Si aparece con un estigma maduro, significa que puede recibir polen de otra flor. Por ello, se dice que ha nacido femenina.
A la mañana siguiente, la flor se convierte en rosa. Esta mutación de color viene acompañada de un campo de sexo. La planta se transforma en masculina y comienza a producir polen.
Tras esto, la flor se cierra a medio día. Es el momento en el que, si ha sido fecundada, se hundirá en el fondo del estanque para producir un nuevo fruto.
LA GRAN ESPECTACIÓN EN EL REAL JARDÍN BOTÁNICO
El Real Jardín Botánico vive cada año con gran expectación la llegada del verano para ver si Victoria florece o no. Tomás Escribano, uno de los especialistas en nenúfares del jardín nos cuenta que “este año se ha mostrado menos perezosa a la hora de florecer”.
El jardinero ha recordado que “el año pasado nos mantuvo con la intriga de si florecía o no hasta mediados del mes de septiembre. En cambio, este año se ha adelantado unos días a la previsión que se había calculado”.
Las imágenes que nos regala Victoria son totalmente espectaculares. De hecho, este tipo de plantas es una de las más valoradas por todos los Jardines Botánicos del mundo.
EL ESCARABAJO Y SU CELDA EN FORMA DE FLOR
El nenúfar Victoria es un cruce entre dos especies. Esta es un nenúfar tropical gigante de enorme hojas verdes y bordes rojizos. Estas hojas son tan grandes que son capaces de soportar más de 70 kilos.
A su vez, estas hojas flotantes están recubiertas de espinas. Estas le sirven para protegerse de aquellos animales que intente comérselas.
Las flores que nacen de estos nenúfares son de gran tamaño y suelen ser muy perfumadas. El problema de estas espectaculares flores es que, como ya hemos comentado, solo duran un par de días antes de hundirse en el agua.
Además de todo ello, esta flor es muy curiosa. Una vez se ha abierto, dentro de ella se produce un aumento de temperatura de 10º. Este calor hace que su aroma a piña se expanda y atraiga a los escarabajos hacia a su interior.
Una vez llegan a la flor, los insectos se alimentan de su néctar durante la primera noche que es cuando esta se encuentra abierta. Tras ello, ‘Victoria’ comienza a cerrarse, atrapando a los escarabajos. Cuando estos tratan de escapar, se llena de polen.
A la noche siguiente, la flor se vuelve a abrir. Gracias a ello, los escarabajos consiguen escapar y, cubiertos de polen, llevarán a otras flores este néctar para extender la polinización.
OTRA OPORTUNIDAD PARA DISFRUTAR DE ESTAS FLORES GIGANTES
El Real Jardín Botánico se encuentra en plena celebración de su 265 aniversario. Durante estos más de dos siglos de historia, sus plantas han ofrecido a los madrileños espectáculos únicos pero efímeros.
Sin embargo, los madrileños están de suerte. El Jardín Botánico cuenta con un total de 23 ejemplares de nenúfares de varios países. Estos se encuentran en el estanque oval de la ‘Terraza de los Bonsáis”.
Gracias a esta importante colección, a lo largo de las próximas semanas, aquellos que se acerquen a este estanque podrán disfrutar de hasta tres floraciones de Victoria.
Los técnicos del Real Jardín Botánico recomiendan a aquellos que quieran contemplar estas enormes flores que acudan entre las 11:00 y las 17:00h. En este momento del día podrán ver abiertas el mayor número de flores posibles.
La flor de Victoria dura dos días. Tras esto desaparece. Por ello, este jardín de nuevo muta de la mano de las joyas que crecen en su interior. Los jardineros de este lugar son auténticos magos capaces de traer a Madrid pedacitos del resto del mundo.
