A escasos metros de la Puerta del Sol, en el número 15 de la calle Alcalá, yace el Casino de Madrid desde hace más de cien años. Se trata de el edificio modernista más emblemático de Madrid y en su diseño participaron arquitectos y escultores españoles apoyados por diseñadores extranjeros que hicieron de este edificio toda una pieza de arte que yace en el corazón capitolino.
Los orígenes del Casino de Madrid arrancan en el año 1836 gracias a un selecto grupo de tertulianos que se reunían en el Café del Príncipe. Sin embargo, es en 1903 cuando se adquieren los terrenos entre las calles de Alcalá y de la Aduana para levantar la nueva sede que hoy conocemos. El Casino es un espacio que supone un magnífico ejemplo del eclecticismo madrileño de principios del siglo XX en el que se mezclan tendencias francesas y barrocas. Una verdadera joya de arte.
Uno de los encantos de este emblemático inmueble es que su interior parece ser una fachada exterior. Los balcones y la gran escalera en el patio de honor del Casino configuran al espacio como una de las piezas más importantes del modernismo madrileño. También destaca el salón real con unas pinturas colocadas en el techo obra de Cecilio Pla acompañadas de una espectacular vidriera.
Pero no solo los juegos de azar se dan cita en el Casino de Madrid. Algunas salas se han convertido en restaurantes, bares o lugares para realizar eventos. Incluso, en la última planta se ha instaurado un hotel de cinco estrellas. Aunque la joya gastronómica se la lleva el chef Paco Roncero que cuenta con dos estrellas Michelin y ha instaurado su templo culinario en la terraza del Casino.
EL HISTÓRICO CLUB PRIVADO
En esta imponente localización se encuentra un club privado que se reúne en las instalaciones del casino desde 1910. Según los fondos históricos del Casino, el club fue fundado en 1836 cuando un grupo de jóvenes románticos y progresistas, cansados de tanta exaltación política, decidieron encontrar un lugar tranquilo donde poder reunirse en paz y armonía.
ALGUNOS ESPACIOS son exclusivos para los socios
Algunos espacios del Casino de Madrid, como la sala de billar, de cartas, el gimnasio, la biblioteca o la sala de estudios son exclusivos para los socios. Los pertenecientes a este grupo también pueden disfrutar de tertulias, actividades y cursos que se organizan a lo largo del año.
Establecimientos físicos como el Casino de Madrid suponían una parte importante del tejido social de los centros urbanos. Tener un Casino era un atractivo turístico importante para la ciudad ya que era uno de los puntos neurálgicos del ocio de la alta sociedad de la época. Aunque ahora la virtualidad se ha instaurado en los juegos de azar, la tradición de los casinos físicos sigue vigente en lugares que son verdaderas obras de arte como el Casino de Madrid.