Madrid guarda un impresionante patrimonio vinícola muy poco conocido. En la región hay 12.000 hectáreas dedicadas al cultivo de uva de vino. La superficie vitivinícola madrileña está formada por cuatro subzonas principales que corresponden con Arganda, Navalcarnero, San Martín de Valdeiglesias y El Molar. Por estas localidades madrileñas no solo se extienden los viñedos sino que discurre la ruta del vino que configura a la región como uno de los lugares ideales para practicar el enoturismo.
Arganda es por tradición una tierra de vinos. El clima soleado y su tierra arcillosa, bañada por las aguas del río Jarama, hace que el vino se cultive desde la época romana en esta tierra. Además, la Bodega Vinícola de Arganda del Rey es la única de Europa a la que se puede llegar en Metro. A pocos kilómetros, Navalcarnero es otro de los epicentros del vino de la región y allí podemos encontrar el Museo del Vino.
Pero el enoturismo por Madrid también se extiende hasta San Martín de Valdeiglesias, una tierra localizada en la ribera del río Alberche que acoge lugares de enorme valor arquitectónico de carácter tanto político y civil como religioso. Asimismo, El Molar alberga una tradición vinícola desde la Edad Media Temprana que se ha mantenido hasta nuestros días, con cuatro industrias elaboradoras y más de 300 viticultores en activo.
en la Denominación de Origen de Vinos de Madrid están acogidas 51 bodegas madrileñas que producen 110 marcas
Actualmente, en la Denominación de Origen de Vinos de Madrid están acogidas 51 bodegas madrileñas que producen 110 marcas. Madrid exporta ya más de 5.000 hectolitros de vino, es decir, el 30% de su producción viaja a Estados Unidos, China y algunos países dentro de la Unión Europea.
COMIENZA LA VENDIMIA EN MADRID CON LA ALBILLO REAL
Este patrimonio vinícola que tiene Madrid no existiría si no se diera cada mes de agosto la vendimia. Estas labores ya han comenzado en la zona de San Martín de Valdeiglesias, Caldalso de los Vidrios, Cenicientos y Navalcarnero, donde se está recogiendo ya la uva autóctona madrileña más tempranera: la albillo real.
En esta zona del suroeste de la región se espera alrededor de un 20% más de uva recolectada que la temporada pasada porque la primavera fue muy lluviosa y el temporal Filomena no dañó al viñedo. Ahora, tras unos meses de verano muy calurosos, la albillo real está en su punto óptimo de maduración y lista para ser recolectada.
La vendimia madrileña producirá una cosecha con variedades como Moscatel de Grano Menudo, Sauvignon Blanc, Syrah y Merlot. Los primeros días de septiembre comenzará la vendimia de Tempranillo, seguida de cerca por Garnacha Tinta. En cuanto a las variedades blancas mayoritarias, Malvar y Airén, la recogida se iniciará a finales de septiembre.
La temporada de vendimia acaba normalmente en las comarcas de El Molar y Arganda del Rey, con las uvas de maduración más tardías. Precisamente, esta zona sureste de la rivera del Tajuña sufrió fuertes heladas en los pasados meses marzo y abril, lo que dañó el crecimiento de las uvas, por lo que se desconoce el rendimiento de esa zona.
