Como cada año desde 1994, hoy 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer, una fecha proclamada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y auspiciada por Alzheimer’s Disease International (ADI). Esta enfermedad se trata de un tipo de demencia degenerativa que afecta a más de 1,2 millones de españoles según datos de la Confederación Española de Alzhéimer (CEAFA). Desgraciadamente, la ONU estima que pueda afectar a 139 millones de personas en todo el mundo para el año 2050.
A pesar de ser una enfermedad gravemente extendida a nivel mundial, no existe una cura para ella. Si hay medicamentos que pueden ayudar a controlar o retrasar sus síntomas durante algún tiempo, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad, pero no hay una cura definitiva de la enfermedad. La falta de financiación y el ser una patología que afecta a personas de edad avanzada es uno de los grandes hándicaps para investigar la cura.
Para atender a las personas que desgraciadamente padecen esta enfermedad, el Ayuntamiento de Madrid es pionero en la implantación de recursos para atender a las personas necesitad de atenciones especiales. Para ello, la ciudad de Madrid dispone más de 4.000 plazas en Centros de Día repartidos por toda la urbe.
LA IMPORTANCIA DEL CUIDADOR
El Alzheimer es una patología que quien la sufre ve mermada sus capacidades para valerse por sí mismo por lo que la ayuda de un cuidador se hace imprescindible si la enfermedad está avanzada. Según el estudio ‘El cuidador en España. Contexto actual y perspectivas de futuro’, uno de cada cuatro hogares de nuestro país lucha contra el Alzheimer.
uno de cada cuatro hogares de nuestro país lucha contra el Alzheimer
La responsabilidad de atender y cuidar a las personas dependientes acarrea una importante carga de trabajo. La sobrecarga física, el desgaste mental y la falta de conocimiento sobre cómo actuar en algunas ocasiones puede hacer que el familiar cuidador necesite de ayuda externa para atender mejor al enfermo. Actualmente, existen plataformas de asistencia domiciliaria como Cuidum que es capaz de aportar ayuda profesional de un cuidador o cuidadora. Según el CEO de Cuidum, Jorge Cantero, “el alzheimer es una enfermedad que toca y altera las relaciones familiares, e involucran sentimientos de culpabilidad, miedo o depresión. Desde nuestra experiencia, sabemos que una ayuda profesional para un momento tan delicado como estos es un alivio no solo para la persona a cargo de su cuidado sino también para todo el entorno familiar”.
Para tratar a los enfermos de Alzheimer es importante que el cuidador tenga una mínimas nociones sobre cómo atenderle. Los expertos recomiendan comunicarse con palabras sencillas y en un tono amable, con paciencia y ayudándoles a que se expresen, sin tratarlos ni hablarles como si fueran unos niños. Además, es importante potencializar las habilidades que tengan adquiridas y ayudarles a desarrollar otras nuevas. También ayudarles a mantenerse activos es muy importante.
La figura del cuidador es crucial para la evolución de la enfermedad. Los cuidados paliativos que es capaz de aportar esta persona son de vital importancia para el paciente que puede ver retrasado los síntomas en caso de estar bien atendido. La calidad de vida del enfermo mejora con buenos cuidados aunque a veces estos supongan un gran sacrificio para la persona encargada de apórtalos. Los riesgos de ser cuidador pasan por un cansancio extremo, problemas de sueño o el abandono de la propia vida social o las aficiones. Si la atención se extiende durante mucho tiempo y no se cuenta con un apoyo adecuado, puede aparecer la depresión, el estrés y la ansiedad en aquellos que están junto a las personas con Alzheimer. Para cuidar hay que cuidarse.