El intercambiador de Valdebebas arrancará en entre enero y febrero, la prolongación de la Línea 3 de Metro a El Casar lo hará a principio de año y la de la L11 lo hará a lo largo de 2022.
Así lo ha detallado el consejero de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, David Pérez, durante su intervención en una ponencia organizada por Executive Forum, donde ha planteado las líneas maestras de la Legislatura y donde ha estado presentado por la exministra de Fomento, Ana Pastor.
Ha indicado que uno de los objetivos es el de potenciar la intermodalidad, para lo que se sumarán cuatro intercambiadores de transporte a los cinco ya existentes y que permitirán dar “acceso” a la capital ofreciendo a su vez alternativas de movilidad.
En el caso de Valdebebas, ha indicado que se financiará con fondos europeos y que le seguirá el intercambiador de Conde de Casal que tiene los trabajos “muy avanzados” para arrancar su construcción.
A lo largo de 2022 también se llevarán a cabo otras intervenciones como la unión del aeropuerto con Alameda de Osuna, una pequeña obra en la L10 o el arranque de la construcción de la prolongación de la L8, que contará con tres estaciones para “la nueva ciudad que va a nacer” en Valdebebas, además de la proyección de los servicios de transporte para Madrid Nuevo Norte.
DECÁLOGO DE MOVILIDAD
Esta intermodalidad es el octavo punto del decálogo de movilidad presentado este martes, cuyo primer aspecto es la “libertad de movimiento”, una apuesta porque el ciudadano sea quien “elija dónde, cómo y cuándo” trasladarse, con la responsabilidad de la Autonomía de ofrecer “alternativas e información en tiempo real”.
La vertebración territorial, punto dos, también juega un importante rol en el futuro de la movilidad en la región, porque es el instrumento necesario para el “equilibrio territorial” que se “traduce en oportunidades”. En este aspecto ha remarcado que se eliminarán las dos coronas de transporte más alejadas, lo que afectará a 129 municipios rebajando lo que tienen que pagar por este transporte.
La sostenibilidad es otro de los ejes, pero ha matizado que esta apuesta, que se sustentará en los fondos europeos, tiene que ir de la mano del “crecimiento económico” y ha puesto en valor proyectos como la red ciclista, el hidrógeno verde en el taxi o la apuesta de Metro de Madrid de poder generar electricidad por su propia inercia.
El cuarto puesto lo ocupa la protección de la salud, que es “fundamental” y que, además, ha impactado de lleno en el transporte público con la pandemia, haciendo que cayesen sus usuarios hasta el 8%, aunque ahora ya se roza el 75% de los registrados en 2019. El transporte público es seguro, es un mensaje importante que hay que trasladar, porque hay gente que no está volviendo por miedo.
El impulso económico también figura en este decálogo como “clave del éxito” de la región y también vinculado al nuevo desarrollo de Madrid Nuevo Norte, un “pulmón financiero” que contará con “todas las infraestructuras necesarias”.
A él se une la apuesta por la accesibilidad y la inclusión, entre lo que el consejero ha indicado que el 100% de la flota de autobuses regional es accesible y que en Metro hay una “apuesta decidida” por lograr que las estaciones lo sean y que, de hecho, están ultimando los trabajos necesarios para que 25 de ellas.
Completan la lista la seguridad, la intermodalidad, la transformación digital y la colaboración público-privada; que buscarán sinergias con las universidades madrileñas para investigar formas de hacer más eficiente el transporte.