En la la plaza Isabel II, a diez metros bajo tierra la estación de Metro Ópera alberga el mayor museo arqueológico de la capital “Los Caños del Peral”. La recreación museística de la histórica fuente de los Caños del Peral.
Situado en el segundo nivel de la estación, junto al acceso al andén de la línea 2 en dirección a Las Rosas y a las escaleras mecánicas que permiten el tránsito hacia la línea 5 está situado este museo de 200 m2.
Una fuente que recogía el agua de manantial junto al arroyo del Arenal durante la segunda mitad del siglo XVI y que tenía, en ese entonces, 34 metros de longitud. La galería de abastecimiento en bóveda de cañón y la alcantarilla de la zona, el acueducto que, salvando al barranco del arroyo del Arenal, surtió de agua al Palacio Real desde el siglo XVII hasta prácticamente el siglo XX.
A principios del siglo XVI el agua no llegaba a las casas de Madrid, a pesar de ser un elemento indispensable en el desarrollo de la ciudad, y el abastecimiento se realizaba mediante aljibes o pilas instaladas en las plazas o junto a puertas y murallas. En la Edad Moderna, las fuentes públicas sustituyeron a los aljibes, y parte de esas fuentes es lo que encontramos hoy en la estación del suburbano madrileño.
SEIS CAÑOS Y SUS PILAS
La Fuente de los Caños del Peral contaba con seis caños y sus correspondientes pilas. El agua procedía del manantial de aguas gordas existentes en la plazuela de los Caños.
El Acueducto de Amaniel se remonta a comienzos del siglo XVII, nacía en la actual Dehesa de la Villa y surtía agua al Palacio Real. La Alcantarilla del Arenal vino a paliar el problema de la evacuación de las aguas sucias, por eso se canalizó para que desembocara en el arroyo de Leganitos, en algún punto de la actual Cuesta de San Vicente.
Estos elementos hidráulicos acercan la historia a todos los visitantes, que además tienen la posibilidad de acceder a la sala de audiovisuales para conocer más detalles de los vestigios expuestos, de forma gratuita.