De Madrid al cielo no es una frase casual y es que mirar a la atmósfera madrileña es todo un espectáculo. Los tejados capitolinos están llenos de figuras mitológicas que observan todo lo que pasa en la ciudad ante la atenta mirada de los caminantes más curiosos. Los edificios más emblemáticos de la capital contienen innumerables referencias a deidades griegas y romanas. No solo Cibeles o Neptuno marcan este espíritu mitológico de Madrid, los tejados castizos también se inundad de diosas y dioses.
La primera es Minerva que supervisa Madrid desde su fortaleza del Círculo de Bellas Artes. Hierática, majestuosa y robusta esta obra de Juan Luis Vassallo impera en la azotea de Bellas Artes. Esta diosa representada con su lanza, su casco, su escudo, el “búho” y la serpiente a su costado pesa más de 3.000 kilos y mide más de seis metros. Con Medusa representada en su escudo, Minerva observa desde su casa el Paisaje de la Luz.
Pero Minerva no está sola y unas pocas estrellas más abajo se encuentra con Aurora. Junto a la plaza de Cibeles, en el Paseo de Recoletos número 4 se encuentra un edificio que albergó la sede de una aseguradora llamada La Aurora. Nada es casualidad. Esta compañía encargó al escultor Juan Adsuara que rematase la cúpula francesa del inmueble con esta deidad que representa al amanecer ya que según los griegos es la hermana del sol y la luna. Ahora, cada mañana nos da los buenos días desde Recoletos con su cuadriga tirada por caballos.
Separando la Gran Vía de Sol se encontraban originariamente Fénix y Ganimedes. Estas dos esculturas mitológicas coronaban uno de los inmuebles más bellos de Madrid: el edificio Metrópolis. Ahora, este tejado alberga el Ave Fénix y la Victoria Alada, un mito a la libertad en plena calle Alcalá.
Entrando en los tejados de Gran Vía también está desde hace tan solo cuatro años Diana Cazadora. Esta diosa virgen de la caza de la mitología romana, protectora de la naturaleza y la Luna, llegó en 2017 junto con una jauría de perros a los dos torreones de Gran Vía 31. Se tratan de 900 kilos de mitología que adornan los cielos de Madrid elaborados por la Escuela de Palma.
Un poquito más abajo, en Gran Vía 18 también yace desde hace poco una enorme loba capitolina. Esta loba ya estuvo en Madrid coronando el Hotel de Roma como no podía ser de otra forma. Este albergue fue el primer edificio que se terminó por completo en la Gran Vía, fue uno de los primeros hoteles de lujo de la capital y albergó durante años el despacho del alcalde de Madrid. Para rememorar este emblemático inmueble, desde hace unos días ha llegado la loba a sus tejados. Según la mitología romana, esta loba amamantó y crió a Rómulo y Remo dando origen a la leyenda sobre la creación de la ciudad de Roma.
Todos estos seres mitológicos coronan el cielo del centro de Madrid
Todos estos seres mitológicos coronan el cielo del centro de Madrid. Las esculturas de las azoteas de la Villa son testigos de la historia de la capital cuyas referencias mitológicas quedan latentes en estos tejados. Desde lo más alto y en lugares estratégicos estas deidades vigilan el cielo capitolino.