¿Eres músico? ¿Te encantaría serlo por un rato? ¿Conoces a alguien que le apasione el piano? Si alguna de estas respuestas es afirmativa, entonces no dudes en pasear por las céntricas calles de la capital dentro de unos días…
La iniciativa ‘Madrid se llena de pianos’ trae consigo 11 preciosos pianos de cola, repartidos a lo largo de 11 localizaciones diferentes. Y estás en tu día de suerte, porque eso de “se mira, pero no se toca” no es aplicable en este caso.
Todos ellos están preparados para que tus manos los dominen, sepas o no tocarlos, animando a aficionados, curiosos y alumnos aventajados a tocar alguna melodía o improvisar. Así que ya sabes, utilízalos como un auténtico pianista y… ¡ofrece un pequeño concierto a los viandantes!
Una jornada que organiza la Fundación Jesús Serra, con el único objetivo de disfrutar de la actividad que tanto apasionaba a Jesús Serra Santamans. Se enmarca dentro de la 66ª edición del Concurso Internacional de Música Maria Canals, culpables de esta gran idea y de su extraordinaria acogida desde el año 2012.
Podrás disfrutar esta experiencia el próximo jueves 7 de octubre durante casi todo el día, de 11:00 a 20:00 horas. Si quieres descubrir todas las localizaciones y, ya de paso, un breve resumen de su historia, simplemente sigue leyendo.
1Puerta Real del Jardín Botánico
La Puerta Real del Jardín Botánico se encuentra en la Plaza de Murillo 2, al lado del famoso Paseo del Prado y la Estación de Atocha.
De estilo neoclásico, esta puerta configurada a modo de arco de triunfo fue diseñada por el arquitecto Francisco Sabatini a finales del siglo XIX. Se hizo de acuerdo a los deseos del rey Carlos III, que quiso trasladar el Jardín Botánico creado por su hermano Fernando VI en el Soto de Migascalientes, al lado del río Manzanares, a su emplazamiento actual.
Compuesta de hierro forjado y granito, la puerta se divide en tres huecos: uno central en arco y dos laterales menores y adintelados. El vano intermedio está flanqueado por dos columnas de orden dórico sobre plinto, que sostienen un entablamento al estilo de las edificaciones clásicas. Una reja metálica, realizada con posterioridad, cierra el hueco central.
En 1976, durante la restauración del Jardín Botánico, se trasladaron a este lugar dos garitas de piedra, de planta circular y abovedadas. En la actualidad, la Puerta Real permanece cerrada y constituye un elemento decorativo y monumental del Paseo del Prado.