El Restaurante Botín, situado en la calle de Cuchilleros número 17 presume de ser el restaurante más longevo del mundo. Mantiene su mismo nombre y ubicación desde 1725, por lo que se encuentra en el libro de los Record Guinness a pesar de que no fue algo buscado, tal y como nos indica el regente del restaurante Antonio González “fue una agradable sorpresa que provino del impulso que nos dio un cliente inglés”.
El nombre del restaurante se debe a la familia Sobrinos de Botín, entre los que se encontraba el cocinero francés Jean Botín. “La característica de Botín es la autenticidad y la continuidad, por lo que la distribución desde que se reformó en 1725 es la misma desde entonces” afirma el dueño.
Sus paredes han sido testigo de la presencia de multitud de personajes famosos a lo largo de la historia, destacando un gran número de escritores que tras comer en el restaurante incluyeron a Botín en sus obras literarias. Así nos lo indica Antonio González “Benito Pérez Galdós nos menciona en Fortunata y Jacinta, luego tenemos a Ramón Gómez de la Serna que nos incluye en varias greguerías y María Dueñas nos ha incluido en varios de sus libros”.
Además de ser mencionado en obras españolas, Botín consiguió aumentar su fama en el extranjero gracias a su presencia en el libro del escritor estadounidense Ernest Hemingway, que fue un cliente habitual durante un largo periodo de tiempo.
“Botín es visitado por muchos extranjeros, muchos turistas. Sin embargo, siempre hemos conservado el perfil del restaurante como un restaurante español” indica el regente. A pesar de tener una gran clientela, Botín destaca el trato por igual a todos sus clientes con la mayor cordialidad y esmero posible.
EL PLATO ESTRELLA
Se trata sin duda alguna, de un restaurante con una clientela muy variada puesto que acuden personas del mundo de la política, las fianzas y principalmente ciudadanos madrileños y familias que tienen la tradición de ir a comer allí. Es por ello, que se trata de un restaurante accesible para la mayor parte de la población puesto que se ajustan en todo momento a los precios.
Desde sus inicios hasta la actualidad, el cochinillo ha sido el plato estrella del restaurante. Elaborado a fuego lento en un horno de asar de 300 años, se ha convertido en todo un reclamo para los clientes que acuden a degustar la especialidad de la casa.
A lo largo de estos 300 años, Botín ha sido testigo de numeroso acontecimientos como la Guerra Civil entre otros. Mi abuelo Emilio González se quedó cocinando para los militares y para el pueblo de Madrid que pudiera permitírselo” nos cuenta el regente.
El restaurante está abierto todos los días del año excepto Nochebuena y Navidad. El precio medio del menú ronda los 40 euros y se adapta a las necesidades de cada cliente, haciéndote sentir como en casa.