El Ayuntamiento de Collado Villalba ha organizado una jornada contra el acoso escolar, en la que han participado 150 alumnos del Instituto Lázaro Cárdenas. El motivo es la celebración, mañana, del Día Internacional Contra la Violencia y el Acoso Escolar. En este evento
El objetivo de esta iniciativa es servir como forma de prevención contra el conocido bullying y hacer saber que existen herramientas ante estos casos. Para ello, se ha contado con la colaboración de técnicos de Servicios Sociales, educadores de Aldeas Infantiles, orientadores escolares y agentes de la Policía Local.
También ha colaborado el Centro Comercial Planetocio, en cuyas salas de cine ha tenido lugar esta jornada contra el acoso escolar. Una jornada en la que han querido estar la alcaldesa de Collado Villalba, Mariola Vargas y los concejales de Seguridad y Servicios Sociales, Miguel Aisa y Monchi Fernández.
Vargas ha hecho especial hincapié en el ciberacoso a través de las redes sociales. Esta práctica, ha recalcado, “afectan sobremanera la inteligencia emocional de los menores“. Por ello, ha recordado que es importante abordarlo desde todos los ángulos, con la implicación de la administración, lo padres y educadores y las fuerzas de seguridad”.
Por su parte, Miguel Aisa ha aprovechado la jornada contra el acoso escolar para hecho recordar que existe el programa “Cibermenores Seguros”. Se trata de una iniciativa llevada a cabo la Policía Local, en colaboración con la UDIMA y el grupo de “Buenas Prácticas”, y dirigido a escolares de 4º y 5º de Primaria.
Este tipo de jornadas son muy importantes, debido a la alta incidencia de esta problemática en las aulas. Según la Asociación No al Acoso Escolar (NACE), uno de cada 5 niños sufre bullying en nuestro país. Además, solo el 15% de las víctimas se atreven a contarlo.
Los expertos recuerdan que las conductas violentas, de acoso o de maltrato psicológico dentro de las aulas no son “cosas de niños” y representan un problema muy serio. Además, la llegada de las nuevas tecnologías ha provocado que esos comportamientos se extiendan más allá de los centros. Esto hace que las conductas de acoso se sigan produciendo fuera del horario escolar e, incluso, en vacaciones.
