La crisis del coronavirus ha cambiado la hostelería madrileña. La pandemia ha favorecido la proliferación de las terrazas para que los clientes pudieran disfrutar de los bares y restaurantes de forma segura. Numerosos expertos y estudios certifican que la transmisión del coronavirus desciende considerablemente en exteriores y es por ello que desde el Ayuntamiento de Madrid se impulsaron las licencias de terrazas. Gracias a la Comisión de Terrazas, planteada por el grupo municipal Ciudadanos, se ampliaron las mesas en el exterior favoreciendo así los ingresos de muchos hosteleros que vieron sus cajas reducidas a cero en los momentos más duros de la pandemia.
La terrazas han servido para salvar muchos restaurantes ya que han mermado el miedo de la población a disfrutar del ocio. No obstante, algunos de los vecinos de las calles en las que se han ampliado las terrazas se quejan del continúo ruido que producen los clientes de estas mesas en el exterior. Una de las calles que más ha visto incrementado el número de terrazas es Ponzano. Esta pequeña vía madrileña del distrito de Chamberí alberga infinidad de bares y se ha convertido en la zona de moda para salir de tapas en la capital.
Ponzano es el punto de encuentro diario de miles de personas que acuden a esta calle para disfrutar de la hostelería madrileña y algunos de ellos no favorecen el descanso de los vecinos. Es por ello que la asociación vecinal El Organillo de Chamberí ha interpuesto este viernes un recurso contencioso-administrativo contra el Ayuntamiento de Madrid por su “inactividad” y en defensa de los derechos fundamentales ante el problema del ruido de las terrazas y los locales de hostelería del distrito, que incluye zonas como Ponzano. En el recurso, los vecinos reclaman “que se proceda de forma inmediata a la retirada de todas las terrazas autorizadas extraordinariamente en la calzada o en la acera por haber desaparecido la situación que las motivó”.
Para solucionar estos problemas de convivencia, los vecinos de Chamberí piden limitar el horario de funcionamiento de las terrazas de Chamberí hasta las 23 horas, así como limitar los horarios de funcionamiento de las actividades de ocio nocturno hasta que los niveles sonoros ambientales sean tolerables. También reclaman que se modifiquen las autorizaciones de terrazas en las aceras, reduciendo y espaciando el número de modo que los niveles de ruido que generen cumplan con los límites establecidos, e inspeccionar y controlar exhaustivamente todas las actividades de ocio nocturno generadoras de ruido. La asociación vecinal demanda además al consistorio madrileño que inicie de forma inmediata la tramitación para que el barrio de Chamberí sea declarado Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE).
El recurso contencioso, interpuesto por la asociación y tres vecinos, es un procedimiento de “defensa y restitución de los derechos fundamentales de los vecinos, que han sido arrebatados por el Ayuntamiento de Madrid desde hace años”. Concretamente se centran en el derecho a la intimidad e inviolabilidad del domicilio, esto es, los 18. 1 y 2 de la Constitución. Los vecinos de Chamberí alertan de la contaminación acústica a la que está sometido el barrio a diario.
es un procedimiento de “defensa y restitución de los derechos fundamentales de los vecinos”
Como exponen los denunciantes en el escrito presentado en el Juzgado Decano de lo Contencioso Administrativo de Madrid, el barrio registra por las noches excesos de entre 30 y 40 decibelios de los niveles máximos permitidos para zonas industriales, de modo que sufren una situación de grave riesgo para su salud, a tenor del artículo 53 de la ordenanza municipal. El Organillo decidió contratar los servicios de una ingeniería acústica para que realizara mediciones de ruido del 1 al 4 del pasado mes de octubre. El resultado de esta campaña de mediciones señalan que los niveles evaluados superan incluso los límites correspondientes al área acústica menos sensible establecido en la legislación vigente, la de uso industrial.
CHAMBERÍ: EL BARRIO DONDE CONVIVEN UNIVERSITARIOS CON ANCIANOS
Chamberí es uno de los barrios con más vida de Madrid. El distrito es limítrofe por el paseo de la Castellana y la zona de Moncloa. Se trata de una de las zonas más pobladas de la capital en la que residen más de 150.000 personas. Sus estrechas calles ubicadas en la almendra central capitolina ofrecen numerosos locales de ocio que permanecen llenos a diario.
Este distrito señorial del centro de Madrid está dividido en seis barrios: Gaztambide, Ríos Rosas, Vallehermoso, Trafalgar, Almagro y Arapiles. En sus antiguas calles conviven ancianos del barrio de toda la vida con jóvenes universitarios que deciden residir en las calles de Chamberí debido a la proximidad de la zona con los campus universitarios de Moncloa. Estas dos generaciones conviven en Chamberí y a veces es complicado mantener el equilibrio del ocio nocturno con el estilo de vida de las personas más mayores. Es por ello, que desde la asociación vecinal piden al ayuntamiento de la capital que actúe y soluciones los problemas vecinales para poder conciliar el descanso con el ocio a altas horas de la madrugada.