La Dirección General de Tráfico (DGT) estudia la posibilidad de crear una nueva categoría de permiso de conducción en España, denominado B1 y dirigido a jóvenes a partir de los 16 años, y se muestra partidaria de su implantación.
Así lo han confirmado fuentes del departamento que dirige Pere Navarro, que valora una propuesta realizada por la consultora Pons Seguridad Vial y la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive).
Este carné permitiría a los jóvenes conducir cuatriciclos cuya masa en vacío sea inferior o igual a 400 o 550 kilogramos, en caso de tratarse de vehículos destinados al transporte de mercancías, (no incluida la masa de las baterías para los vehículos eléctricos), y con un motor cuya potencia máxima sea inferior o igual a 15 kilovatios (kW).
La propuesta de ambas organizaciones tiene como objetivo incorporar a la normativa española estándares europeos en materia de acceso a la movilidad, donde el permiso B1 ya ha sido adoptado y probado con éxito por algunos de los países de nuestro entorno como Portugal, Italia, Francia y Reino Unido.
Según estimaciones de ambas entidades, en base a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), este nuevo permiso de conducir daría la posibilidad de un primer acceso a la movilidad eléctrica a cerca de un millón de personas cada año.
ACCESO “RACIONAL Y ESCALONADO” A LA MOVILIDAD ELÉCTRICA
A su juicio, una de las principales ventajas de la implantación del B1 a corto plazo sería el incremento de la seguridad en los desplazamientos, puesto que este permiso permitiría “un acceso racional y escalonado a la conducción de automóviles, y una alternativa de movilidad más segura a los medios de transporte tradicionales”, según Pons Seguridad Vial.
Otra de las ventajas del permiso B1 es que el cuatriciclo L7 comparte elementos de seguridad con los vehículos de categoría M, el vehículo convencional para el transporte de personas.
Asimismo, estos vehículos presentan un elemento fundamental para la seguridad del que no disponen los cuatriciclos de la categoría L6, como es la disposición de estructuras de protección en caso de vuelco (ROPS).
Pons y Aedive destacan que, para el período 2020-2024, el Reglamento (UE) 2019/631 confirma los objetivos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) del parque de vehículos de la Unión para los coches en 95 gramos de dióxido de carbono por kilómetro.
Según las entidades, la mayoría de los cuatriciclos pesados son eléctricos, por lo que cumplen los estándares de emisiones europeos y la implantación del permiso B1 sería la mejor alternativa para cumplir los objetivos del Acuerdo de Paris con el objetivo de mitigar el cambio climático.
En opinión de Ramón Ledesma, asesor de Pons Seguridad Vial, “las Directivas Europeas dibujan una tipología de vehículos y permisos de conducción para el ámbito urbano que, como ya han hecho otros países, cada vez tienen más sentido implementar”. “El permiso B1 habilita la conducción de vehículos de reducido tamaño, eléctricos, que precisan de escasa energía para moverse y con una velocidad limitada a 90 kilómetros por hora”, destaca.
Para el director general de Aedive, Arturo Pérez de Lucia, el permiso de conducir B1 ofrecería “ventajas importantes para la movilidad eléctrica en España en cuanto a la concienciación”. “Llegará a un público joven que el día de mañana formará parte del tráfico y habrá podido superar las barreras del desconocimiento actuales en torno al vehículo eléctrico, haciendo de este un público sensibilizado con una conducción eficiente y segura”, subraya.
También señala que “permitirá que se desarrollen modelos de negocio basados en la movilidad eléctrica compartida que ofrezcan vehículos más seguros y confortables a un público joven que actualmente solo puede acceder al carné de motos A1”.
Finalmente, Pérez de Lucia recalca que esta medida “favorecerá el desarrollo industrial basado en esta tipología de vehículos por parte de empresas españolas que buscan desarrollar factorías para producirlos en nuestro país, fomentando la competitividad”.